De aquellla justificada interrupción por parte de Porfirio Muñoz Ledo a la lectura del informe presidencial de Miguel de la Madrid en donde los medios informativos estaban cerrados para quien OPINABA en contra del Presidente, al grado de que en la transmisión oficial de dicho informe fue censurado tal alboroto, hasta el abuso de interrumpir los informes de Ernesto Zedillo y Vicente Fox cuando los partidos políticos ya contaban con espacios oficiales en televisión, ahora hemos caído nuevamente en el llamado día del Presidente, en donde los vividores del poder y quienes buscan beneficios del mismo o candidaturas, agradecen con beso de mano al sistema político y al mal gobierno. Los cómplices son los mismos legisladores al no promover se regrese de manera obligatoria a el informe en el recinto del Poder legislativo con un formato de debate como el que se realizó en el Distrito Federal con la reforma obradorista , en donde los que conformaban la Asamblea Legislativa podían interrogar al Jefe de Gobierno en su discurso de actividades y que eliminó el actual gobierno local. Actualmente el Ejecutivo Federal dice en su lectura informativa, lo que le viene en gana, porque gasta su saliva ante sus amigos, favorecidos y "lambiscones" del sistema y entreguistas del ejecutivo como el caso de el actual Jefe de gobierno, Miguel Angel Mancera que está muy contento con el aumento inecesario al transporte metro, con el nuevo metro en apoyo del gobierno Federal que le festeja su inoperante propuesta al aumento del salario mínimo. Como en cualquier país democrático del mundo, es necesario que el Poder legislativo pueda DISCUTIR con el Legislativo y que no sólo se vean la cara en cada cambio de banda presidencial. El informe del Presidente Peña Nieto es un abuso de voz oficialista, en donde se expone únicamente el punto de vista de quien necesita ser beneficiado. En este sexenio debe señalarse el retroceso legislativo que se quiere maquillar como avance. Quizá la única reforma benéfica, ha sido la referente a la creación del Código Nacional de Procedimientos Penales, que se aplica en los delitos que sean competencia de los órganos jurisdiccionales federales y locales en el marco de los principios y derechos consagrados en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y en los Tratados Internacionales de los que el Estado mexicano sea parte, eliminando un proceso para cada Estado, situación que era operativamente ociosa. pero es una vergüenza hablar de una reforma enérgetica y ya no se diga , una reforma educativa.