La racquetbolista mexicana Paola Longoria despidió su actuación en los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 con tres medallas de oro colgadas al cuello, lo que la coloca hasta ahora como la máxima ganadora de preseas doradas en esta justa entre los atletas de México.
Sola o en conjunto, ganó cada una de las categorías a las que se enfrentó: individual, dobles y por equipo.
Ganadora en 2008 y 2011 del Abierto de Estados Unidos de racquetbol y considerada la raquetbolista número uno en los últimos dos años de la clasificación mundial del Women?s Professional Raquetbol Organization (WPRO), Paola Longoria (San Luis Potosí, 1989) y su compañera Samantha Salas se impusieron el martes por la tarde a la dupla estadounidense conformada por Cherly Gudinas y Rhonda Rajsich. Esta última ha disputado a Longoria el número uno mundial, lo que ha provocado la rivalidad entre ambas.
"Hace dos semanas le quité la corona en Estados Unidos (a Rajsich), me regreso a México, y dije, no voy a permitir que se lleve las medallas en México", afirmó Longoria al ratificar su "domino" sobre la estadounidense.
"Soy una persona muy entregada en lo que hago, me apasiona el entrenar en ese cuartito donde paso muchas horas de mi vida", cuenta a CNNMéxico, al referirse a la cancha cerrada de cuatro paredes y un techo donde ejecuta su actuación.
Su cuerpo, menudo de 1.63 metros de altura y 52 kilos, parece insuficiente para contener la energía, fuerza y seguridad con la que Longoria enfrenta a sus contrincantes en la cancha, cualidades con las que también se desenvuelve en la vida.
Además de trabajar por conservar su consideración como mejor jugadora de racquetbol, la atleta de 22 años estudia el séptimo semestre de Ingeniería Mecánico Administrador en la Universidad de Nuevo León, es socia de una firma de ropa, diseña raquetas y recientemente hizo una pausa en su carrera de comentarista deportiva en un canal de Monterrey.
"Soy muy femenina en la cancha. Aunque estemos en deporte podemos lucir a la mujer actual y las que estamos dando la casta por el deporte mexicano también", dijo al explicar por qué se interesó en el diseño de la ropa y atuendo deportivo.
Longoria apenas hace pausas cuando habla para jalar aire, es una conversadora nata a la que las ideas y las palabras no se le atoran, una cualidad que según ella, le ha servido también para que la gente la observe más allá de su actuación en el deporte.
"Dios me mandó muchísimas bendiciones, el poder conocer a mucha gente que se interese en mí... tengo 22 años, juventud es la que debemos aprovechar. Soy de las personas que piensan que oportunidades sólo se dan una vez y hay que tomarlas en ese momento".
Entre sus aspiraciones incumplidas está el ganar una medalla olímpica, lo cual hasta hoy es imposible porque el racquetbol no está considerado dentro de esa categoría.
La atleta sumará a sus múltiples actividades la de luchar por conseguir que el deporte que conoció de niña en un campamento de verano llegue a ser parte de los deportes olímpicos. más en www.somoselespectador.blogspot.com