El Vaticano explicó este martes que las palabras del Papa sobre el riesgo
de "mexicanización" de Argentina no pretendieron estigmatizar a
México y reconoció el esfuerzo de su gobierno contra la violencia, informó la
cancillería mexicana, que había enviado una inédita nota diplomática por el
comentario del pontífice.
"La Santa Sede reconoció el excelente momento por el que atraviesan las relaciones con México y, en ningún momento, ha pretendido herir los sentimientos del pueblo mexicano", indica un comunicado de la Secretaría (ministerio) de Relaciones Exteriores mexicana.
El legislador argentino Gustavo Vera, director de una fundación que lucha contra el tráfico de drogas, difundió un correo electrónico en el que el Papa Francisco le dijo: "Ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización (en Argentina). Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror".
El gobierno de México reaccionó el lunes enviando una nota diplomática al Vaticano, en la que manifestó su "preocupación" y "tristeza" por estas declaraciones que consideró estigmatizantes.
Un día después, según la cancillería mexicana, el subsecretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Antoine Camilleri, comentó al embajador de México en el Vaticano, Mariano Palacios, que el pontífice mostró "seria preocupación por el escalamiento que, sobre un documento privado, se ha dado a conocer en diversos medios de comunicación". Una de las portadas de los diarios mexicanos que se hicieron eco del malestar del gobierno por los dichos del Papa El Vaticano "considera que el término "mexicanización" de ninguna manera tendría una intención estigmatizante hacia el pueblo de México y, menos aún, podría considerarse una opinión política en detrimento de una nación que viene realizando un esfuerzo serio por erradicar la violencia y las causas sociales que la originan", dijo la cancillería. Se trata de la primera vez que un país latinoamericano protesta oficialmente contra comentarios del Papa, quien se encuentra en retiros espirituales en las afueras de Roma. Este mismo martes, el canciller mexicano, José Antonio Meade, minimizó el incidente y aseguró que "no hay" ningún distanciamiento entre México y el Vaticano. Ambos Estados tienen "un diálogo muy cercano en una gran amplitud de temas, y lo que nos planteamos justamente con la nota (diplomática) es abrir un espacio de diálogo", dijo Meade. "El vocero de la Santa Sede ha definido esto como un mal entendido" y, ahora que el Vaticano ha esclarecido el asunto, "esto debe quedar saldado", afirmó el embajador Palacios a la emisora Radio Fórmula. La Iglesia católica en México, el segundo país con más católicos del mundo después de Brasil, hizo en diciembre un llamado a las autoridades para detener la violencia del crimen organizado, que últimamente ha venido afectando gravemente a sus sacerdotes con agresiones, secuestros y asesinatos.
"La Santa Sede reconoció el excelente momento por el que atraviesan las relaciones con México y, en ningún momento, ha pretendido herir los sentimientos del pueblo mexicano", indica un comunicado de la Secretaría (ministerio) de Relaciones Exteriores mexicana.
El legislador argentino Gustavo Vera, director de una fundación que lucha contra el tráfico de drogas, difundió un correo electrónico en el que el Papa Francisco le dijo: "Ojalá estemos a tiempo de evitar la mexicanización (en Argentina). Estuve hablando con algunos obispos mexicanos y la cosa es de terror".
El gobierno de México reaccionó el lunes enviando una nota diplomática al Vaticano, en la que manifestó su "preocupación" y "tristeza" por estas declaraciones que consideró estigmatizantes.
Un día después, según la cancillería mexicana, el subsecretario para las Relaciones con los Estados de la Santa Sede, Antoine Camilleri, comentó al embajador de México en el Vaticano, Mariano Palacios, que el pontífice mostró "seria preocupación por el escalamiento que, sobre un documento privado, se ha dado a conocer en diversos medios de comunicación". Una de las portadas de los diarios mexicanos que se hicieron eco del malestar del gobierno por los dichos del Papa El Vaticano "considera que el término "mexicanización" de ninguna manera tendría una intención estigmatizante hacia el pueblo de México y, menos aún, podría considerarse una opinión política en detrimento de una nación que viene realizando un esfuerzo serio por erradicar la violencia y las causas sociales que la originan", dijo la cancillería. Se trata de la primera vez que un país latinoamericano protesta oficialmente contra comentarios del Papa, quien se encuentra en retiros espirituales en las afueras de Roma. Este mismo martes, el canciller mexicano, José Antonio Meade, minimizó el incidente y aseguró que "no hay" ningún distanciamiento entre México y el Vaticano. Ambos Estados tienen "un diálogo muy cercano en una gran amplitud de temas, y lo que nos planteamos justamente con la nota (diplomática) es abrir un espacio de diálogo", dijo Meade. "El vocero de la Santa Sede ha definido esto como un mal entendido" y, ahora que el Vaticano ha esclarecido el asunto, "esto debe quedar saldado", afirmó el embajador Palacios a la emisora Radio Fórmula. La Iglesia católica en México, el segundo país con más católicos del mundo después de Brasil, hizo en diciembre un llamado a las autoridades para detener la violencia del crimen organizado, que últimamente ha venido afectando gravemente a sus sacerdotes con agresiones, secuestros y asesinatos.
Así concluyó con un final feliz lo dicho por el Papa, situación que
hubiera sido muy diferente si hubieran venido de boca del Presidente de Venezuela Nicolás Maduro si hubiera
mencionado el término mexicanización como
muchos funcionarios han utilizado el de colombianización o como las autoridades ELECTORALES permitieron
comparar a Andrés Manuel López Obrador con el expresidente de Venezuela Hugo
Chavez, como lo peor para un país a favor de la campaña presidencial de Felipe
Calderón.