Un desastre fue el principio y un desastre es el final del gobierno capitalino de Miguel Angel Mancera quien está a punto de separarse de su cargo como jefe de Gobierno para ir en busca de su ambición política que es la Presidencia de la República. El mandatario quien toda su gestión ha dicho estar en favor de las mujeres, lo único que ha hecho es pintar a la Ciudad de Rosa porque en los hechos la metrópoli expone a mujeres a ancianos y hasta a hombres y niños al peligro por la planeación de su mal gobierno; si es que se puede llamar planeación. Mancera quien subió el precio del metro de manera deshonesta, desproporcional y abusiva tiene al transporte público en la quiebra y en la crisis más grande en la historia de la Ciudad Capital. Con las fuertes lluvias que han sometido a la CDMX en esta semana; el metrobús ha quedado inundado en sus salidas y han sido los propios elementos de seguridad de las estaciones quienes han invitado a los pasajeros a salir por los accesos prohibidos debido a que las salidas permitidas están bajo agua. En las noches los ancianos, niños e incapacitados no tienen transporte público, porque para descender del metrobús, tienen que hacerlo saltando, eliminando charcos y ante el peligro eminente de la circulación vehicular que no es detenida por ningún elemento de seguridad mientras el pasaje hace tales maniobras para salir de las estaciones ante una mala construcción de las paradas del metrobús, una mala estructura en las calles y un nulo programa para cambiar y destapar coladeras obsoletas, así como para auxiliar a los capitalinos en un plan emergente.
