Hablar de Irma Serrano es hablar de la mujer escándalo en todas sus facetas y en todas sus dimensiones, cuyo objetivo era encontrar la presencia pública, el entretenimiento y la fama. La tigresa fue una licuadora publicitada, al escandalizar su supuesto romance con el expresidente Díaz Ordaz al querer ser una Shasha Montenegro, con su ignorancia en asuntos de la política nacional se coló en el poder legislativo como Diputada del PRI como Silvia Pinal pero después senadora del PRD y luego terminó apoyando en sus candidatiras a la Presidencia del país al actual mandatario mexicano, Andrés Manuel López Obrador. También fabricaba desplantes explosivos a la altura de María Félix, opinaba de cualquier situación escandalosa como Carmen Salinas, firmó a nombre propio, libros con contenido mitómano, que igualó en ventas a ediciones urbanas de mejor nivel como "Chin, Chin el Teporocho" y "Los hijos de Sánchez", y ni que decir de aquellos libros de bajo nivel como "Cañitas". Siendo una mujer madura buscó romances juveniles y se puso la etiqueta de mantenedora de hombres como Lupita Dalessio, siendo favorecida con la corrupción priísta, también fingió ser de izquierda, y puso las bases para el periodismo chayotero e insustancial que tenemos hoy en día, cuyos inventos de confrontaciones y de demandas, se recuerdan más que su actividad artística, lo que inevitablemente la convierten en un personaje pintoresco que desde los años sesentas y a principios de los noventas, dibujó la baja calidad televisiva mexicana de todos estos años, del lado a veces del poder mediático y en otras en contra de éste, con una voz activa en los sexenios presidictatoriales de Díaz Ordaz, Echeverria y López Portillo, los dictaempresariales con Salinas de Gortari, Fox y Peña Nieto y del gobierno izquierdista que actualmente vive México desde el 2018. Para familiares y amigos de la chiapaneca Irma Consuelo Cielo Serrano Castro, pronta resignación ante su fallecimiento.Más en www.somoselespectador.blogspot.com