Así como el Premio Gaviota tiene como perfecto símbolo, las presencias de las bellas gemelas Karla y Cynthia o las Lunas del Auditorio Nacional, la elegancia de Paola Rojas; de igual manera, los Premios Arlequín deberían adoptar como imagen a la inteligente y hermosa comunicadora Deni Echavarria, quien ayer tuvo a su cargo la conducción de los mismos, y quien lo hizo de manera excelente, por lo que sería importante se pudiera estacionar como conductora definitiva para las sucesivas emisiones y así darle un sello de simpatía perspicaz, a los reconocimientos más antiguos que se entregan a figuras destacadas, y encantar a los presentes como lo hizo en esta Entrega 2018.