Desigualdad, violencia y discriminación son tres conceptos
que nos han perseguido durante décadas y que aún siguen haciéndolo. En muchas partes del mundo continúan los
desequilibrios de poder y desigualdad estructural entre hombres y mujeres.En
algunos sitios las mujeres no son consideradas tan siquiera personas. Están
totalmente relegadas al ámbito familiar sin ningún tipo de contacto con la
sociedad, sin contar aquellos países donde las vejaciones al género femenino son
constantes…El concepto de desigualdad entre mujeres y hombres es amplísimo,
implica miles de factores culturales, políticos, educacionales… ¿Pero qué
pasaría si cada uno de nosotros, mujeres y hombres pusiéramos nuestro granito
de arena para cambiarlo?, ¿qué pasaría si nos encontráramos en un mundo donde
la mujer pudiera no sólo decidir por sí misma, sino demostrar todo el potencial
que es capaz de desarrollar? ¡Cada vez estamos más cerca de conseguir ese
equilibrio! (fte. Mesp)