El pueblo estaba enamorado de las promesas del candidato López Obrador y por eso avasalló en las urnas ante las propuestas que realizaba Meade por el PRI y el genio Anaya por el PAN, cuando López se encargaba de decir que eran lo mismo. Ahora a 829 días de su gobierno que se perfila a la mitad de su mandato constitucional, resulta que ante el desgaste del bombardeo destructor mediático en su contra, la rabia de la corrupción que desea destruir el proyecto lópezobradorista y la terrible pandemia del coronavirus; el representante constitucional sigue conservando el setenta por ciento de aceptación y ha dejado al descubierto de manera oficial que el PRI y el PAN son lo mismo. Las promesas de campaña por la que votaron más de treinta millones de mexicanos y que consistían en eliminar el saqueador proyecto de la acumulación privatizativa económica atropelladora para exterminar los servicios y las funciones públicas en favor de las mayorías, disfrazado de Aeropuerto Internacional, y a cambio construir el mil veces proyectado Tren Maya; así como la promesa de la habilitación de refinerías como estrategia productiva a corto y largo plazo, de igual manera: mayor número de programas sociales y menores endeudamientos en favor del privilegio empresarial desmedido, así como el rescate y no aumento de los recursos energéticos y el control del aumento de la gasolina (sin saber los votantes que eso también implicaba el combate por primera vez en la historia de nuestro país, en contra del Huachicol), situaciones que fueron cumplidas casi al año y medio de su mandato, sin saber que llegaría la pandemia del coronavirus. Y ahora ante nuevos retos, el gobierno lópezobradorista que ha sido culpado por la propaganda para estólidos, de que lópez es el responsable por la muerte de miles de personas de un virus que posiblemente fue prefabricado para atacar a nivel mundial y por tener la osadía pecaminosa mortal, de no usar en todos los casos cubrebocas como lo usan de manera incorrecta y sin guardar la sana distancia sus adversarios, es que no se observa con claridad que México a diferencia de casi todos los países subdesarrollados como nuestra nación, ocupa el 18 lugar de aplicación de vacunas anticovid19 en todo el mundo, y en centroamérica solamente seguido por Costa Rica que ocupa el 72. México que fue el primer país en recibir una vacuna en toda latinoamérica y que más opciones tiene para su vacunación ante una situación crítica y muy lejos de ser definitoria y todavía solucionada, se encuentra ante una rebeldía antiprogresista que de haber ganado los candidatos a su servicio neoliberalista, tendrían a México despojado de los antídotos, ya que hubieran sido apartados y acaparados para la clase política y para la esfera empresarial, que ahora por medio de sus voceros expertos en el chayote y el mercader periodístico, se llaman intelectuales y publican desplegados para que la compra de vacunas y el sistema de vacunación sea manejado por la iniciativa privada, misma que terminó en anteriores gobiernos, con la compañía de luz, con teléfonos de México, con los recursos de ingreso económico para la nación y con el sistema educativo, científico y el sector salud que agrava nuestros males. Mientras las veletas mentales se unen a la campaña de que el presidente Andrés Manuel López Obrador use cubrebocas, por otro lado el país se mantiene sin gasolinazo, sin rescate a particulares con deuda pública, con la moneda más fuerte de los últimos dieciocho años y en donde la plata mexicana vuelve a remontar su valor, después de haber sido congelada, en contra de la historia mexicana, en donde se consideraba a nuestro país, como un líder en este metal. Sin el apoyo empresarial, ni sindical, ni las doblemoralistas asociaciones civiles, sin las vividoras cámaras y asociaciones vampiresas del presupuesto y sin comprar espacios en los medios de comunicación o repartir partidas presupuestales para el falso halago, ENKOLL registra que siete de cada diez mexicanos aprueban el gobierno del Presidente López Obrador y anula a los cazapercepciones que se pasean como escribanos electrónicos y dueños absolutos de los medios convencionales.Más en www.somoselespectador.blogspot.com