ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-Sin duda la cuarta transformación presidencialista ya está
dada. El desmontaje de la figura presidencial llena de lujos, prepotencia y
privilegios, con la llagada de López Obrador
a esa silla, la ha graduado a la dimensión que marca la Constitución en su
artículo 89, y que la dictadura presidencialista con su disimulo
nacional e internacional, había convertido
al mandatario en mandante. Los cambios de la vida pública del país no han sido
del todo pacíficos, aunque las clases medieras y desinformadas y pobres de
análisis, no lo noten, pero basta revisar las sangrientas elecciones del 2018
en donde se asesinaron a precandidatos y candidatos, así como el terrorismo
formal e informal, y la asfixiante guerra mediática. Sin embargo por otra parte,
para fortuna, también se ha evitado la violencia ante operaciones quirúrgicas del
jefe de nación, que ha sido sutil en la recuperación del saqueo nacional y en
el cumplimiento de relaciones, establecidas con anterioridad para evitar el descontento imperial que tiene
atado de manos en varias posiciones al país. Tres años del gobierno
lópezobradorista han sido suficientes para un avance en la transformación de
gobierno aunque no en su estructura, al tener que utilizar a las instituciones
podridas como parte de la legalidad reconstructora cuando la operación correcta
sería la construcción plena. Si hablamos de una cuarta transformación
presidencialista, la misma ya está dada, pero si nos referimos al nuevo tejido
de nación, éste no puede darse, con un
pueblo sin la herramienta educativa y con tóxicos manipuladores que lo arrastran sin una definida escala de valores ciudadanos
y políticos que hacen que el país padezca de un hígado perezoso, además de la
colonoeconomización, basada en las directrices internacionales y en la
dependencia productiva de un país rico
pero que está en la miseria por su total abandono por parte de los dos
principales componentes del Estado, situación que solamente los ingenuos e insensatos
piensan que deberá ser arreglada, únicamente por el hombre que ha sido nombrado
como titular del Poder ejecutivo federal y no por aquellos que a la patria por la
paz del arcángel divino, un soldado en
cada hijo le dio. Más en www.somoselespectador.blogspot.com