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De "mamones" calificó CARLOS CUEVAS al equipo de seguridad que "resguarda" el Teatro de la Ciudad y las instrucciones del Jefe de Gobierno, Miguel Angel Mancera al respecto. Aunque reconoció un avance en la seguridad pública, a pesar de "los levantones" sin resolver por parte de la Procuraduría; el cantante mostró su inconformidad por FALTA DE ACCIÓN por parte del gobierno capitalino por establecer una estrategia víal para las marchas y mostró su enojo ante las medidas absurdas de no abrir las puertas del Teatro de la Ciudad y emplear una custodia exagerada que no reconoce que dicho recinto es patrimonio del pueblo de México, de sus capitalinos y de sus artistas. Esta prepotencia en la vigilancia es el reflejo de un gobierno sin PIES ni CABEZA de Mancera, pues hay que recordar, que en la pasada marcha GAY en el zócalo capitalino, se repitió un acto parecido, cuando la conductora internacional SISSI FLEITAS invitó a una persona del público a subir con ella al escenario y la gente de Mancera evitó prepotentemente que el espectador SUBIERA al mismo, hasta que no les quedó más remedio que permitirlo, ante la insistencia de la conductora quien provocó una rabieta de los serviles. Parece mentira, pero punto por punto y rubro por rubro, el gobierno del Licenciado Miguel Angel Mancera es un desastre y el mandatario de la Ciudad, en vez de resolver los problemas de la URBE, sólo busca medidas absolutistas como acabar con la vida nocturna en el Distrito Federal y se entretiene buscando otros culpables que no sean de su equipo cercano , siendo que es él , un verdadero nefasto. Y para colmo, nada más hay que ver, como su personal contratado para mantenimiento, destrozó la estatua de CARLOS IV, mejor conocida como "el caballito" que está bajo el ciudado de la jurisdicción de Mancera y no del gobierno Federal, y ahora resulta, que el titular del ejecutivo capitalino, no sabe quien es el responsable de tal destrucción. El culpable directo del acto, seguramente fue un empleado; pero el responsable es MANCERA, quien siempre evade sus compromisos y sólo se refugia en las decisiones de su jefe PEÑA Nieto.
