ERICK DEL CASTILLO GUARDA SU SECRECIA SOBRE EL ACTUAR DE LA PROCURADORA ARELY GOMEZ

Alguien tiene que decirlo, la procuradora  General de la República, ARELY  Gómez  González ha violado la ley y no puede exigir su cumplimiento de la misma quien no es capaz de respetarla. Y es que la titular de la PGR  en el caso de la investigación a la hija del actor Erick del Castillo sobre el posible uso de dinero de procedencia ilícita en su relación con Joaquín Guzmán Loera y su hijo Iván Archivaldo, responsables  de delitos contra la salud, ha sido una averiguación  en la cual se rompió su secrecía, toda vez que la procuradora se encargó  de ventilar  los indicios y elementos de prueba,  así como conversaciones privadas mostradas a los medios de comunicación siendo que  forman parte de la carpeta de investigación. Tal situación resulta grave si consideramos que viene del accionar de la representante social de una Institución de buena fe  de nuestro país, y que si en cualquier averiguación llevada  a cabo, resulta que el indiciado para poder  ver su expediente y saber quien y de que se le  acusa, primero tiene que comparecer al igual que su abogado para imponerse a las actuaciones; entonces no puede ser posible, que antes de efectuarse una  comparesencia o existir alguna consignación,  ya se estuvieran conociendo hechos y pruebas del caso Kate del Castillo por parte de la autoridad en  una conferencia de prensa que marca la  necesidad de reivindicación por parte del gobierno de Peña Nieto después de la fuga de “el chapo”.  En base a las premisas mostradas, podemos desprender  que sí  puede existir una responsabilidad penal por parte de Kate del Castillo al relacionar dinero ilícito en una empresa tequilera, pero también queda claro que de igual manera , existe una responsabilidad penal por el incumplimiento a la ley por parte de la servidora pública Arely Gómez al no actuar con la discreción legal que el asunto amerita en aras del derecho y el orden jurídico del Estado, en donde una procuradora debe ser la primera en respetarlo y cumplirlo; no los delincuentes, ya que de no ser así la justicia mexicana estaría en una cavidad más profunda y  más peligrosa  que por donde pudo escapar “El Chapo”.