domingo, 7 de noviembre de 2021

LA ULTIMA PALABRA LA TIENE LA VOZ CALLADA DEL PUEBLO

 

















































ALGUIEN TIENE QUE DECIRLO.-Sin duda la cuarta transformación presidencialista ya está dada. El desmontaje de la figura presidencial llena de lujos, prepotencia y privilegios, con  la llagada de López Obrador a esa silla, la ha graduado a la dimensión que marca la Constitución en su artículo 89, y que la dictadura presidencialista  con  su disimulo nacional e internacional,  había convertido al mandatario en mandante. Los cambios de la vida pública del país no han sido del todo pacíficos, aunque las clases medieras y desinformadas y pobres de análisis, no lo noten, pero basta revisar las sangrientas elecciones del 2018 en donde se asesinaron a precandidatos y candidatos, así como el terrorismo formal e informal, y la asfixiante guerra mediática. Sin embargo por otra parte, para fortuna, también se ha evitado la violencia ante operaciones quirúrgicas del jefe de nación, que ha sido sutil en la recuperación del saqueo nacional y en el cumplimiento de relaciones, establecidas con anterioridad  para evitar el descontento imperial que tiene atado de manos en varias posiciones al país. Tres años del gobierno lópezobradorista han sido suficientes para un avance en la transformación de gobierno aunque no en su estructura, al tener que utilizar a las instituciones podridas como parte de la legalidad reconstructora cuando la operación correcta sería la construcción plena. Si hablamos de una cuarta transformación presidencialista, la misma ya está dada, pero si nos referimos al nuevo tejido de nación, éste no puede darse,  con un pueblo sin la herramienta educativa y con  tóxicos manipuladores que lo arrastran  sin una definida escala de valores ciudadanos y políticos que hacen que el país padezca de un hígado perezoso, además de la colonoeconomización, basada en las directrices internacionales y en la dependencia productiva  de un país rico pero que está en la miseria por su total abandono por parte de los dos principales componentes del Estado, situación que solamente los ingenuos e insensatos piensan que deberá ser arreglada, únicamente por el hombre que ha sido nombrado como titular del Poder ejecutivo federal y no por aquellos que a la patria   por la paz del arcángel divino,  un soldado en cada hijo le dio. Más en www.somoselespectador.blogspot.com