La vida es una constante toma de decisiones y de determinaciones y se mece entre un sí y un no, sin embargo hay nos que en el fondo quisiéramos que fueran sí, y nos ponen ante la alternativa de gozar la vida porque es breve y decir el sí que debería ser un no o ser contundentes y coherentes entre lo que decimos y hacemos. Lo más valioso es lo segundo porque nos forma como individuos con convicciones mientras que lo segundo que puede resultar placentero a corto plazo, al final será un escalón flojo en una escalera que busca alcanzar una altura bajo un sostén bien fomentado. El disfrute de la vida es tan constante como los sacrificios que se deben adoptar para obtener objetivos, por lo que seleccionar nuestros disfrutes y tener en claro nuestras metas nos permitirá esa coherencia que describa todas nuestras acciones. Más en www.somoselespectador.blogspot.com