En este año hemos tenido la oportunidad de platicar con
"generalotes" sobre lo que
opinan del sexenio del Presidente del país, Andrés Manuel López Obrador, y
mucho s de ellos que han perdido privilegios y cuyo objetivo principal es su
beneficio personal sobre cualquier beneficio que pueda tener el país, nos han
dicho sin tono de broma, que les gustaría que López Obrador muriera. Y es que también para los altos mandos del
ejército se les acabó los abusos y privilegios desmedidos, que iban desde el
trato de salvadores de la patria con cartera abultada hasta la prepotencia de
usar a los soldados como sus albañiles y criados particulares. Reflejo de esta
furia y de la indisciplina que siempre estuvo oculta en los impecables
uniformes, son las declaraciones del
General Carlos Gaytán Ochoa quien en un discurso público señaló que “Hoy
tenemos un gobierno que representa aproximadamente a 30 millones de mexicanos, que los frágiles
mecanismos de contrapeso existentes, han permitido un fortalecimiento del
Ejecutivo, que viene propiciando decisiones estratégicas que no han convencido
a todos, para decirlo con suavidad. Ello nos inquieta, nos ofende
eventualmente, pero sobre todo nos preocupa, toda vez que cada uno de los aquí
presentes, fuimos formados con valores axiológicos sólidos, que chocan con las
formas con que hoy se conduce al país. En medio de todo esto, se encuentran los
soldados, que siguen ofrendando incluso el sacrificio máximo por México.”. –y agregó: “Por ello reconozco que el alto mando
sostiene hoy sobre sus espaldas, la muy alta responsabilidad de mantener
coesionado al país. de coadyuvar a su pacificación a la brevedad posible, de
hacerlo todo con el menor costo social, y la mayor eficacia. Pero solicito a
todos los presentes, el respaldo y la solidaridad para mi general secretario,
Luis Cresencio Sandoval, y desde luego pongo a su entera disposición mis conocimientos,
por pocos que sean, y mi experiencia acumulada durante 50 años de servicio,
para lo que a bien tenga determinar”. Sin embargo el soldadete, no específico
el centro del problema y su solución, solamente se propuso, cual señorita
México, para que lo llamen a los altos mandos y volver a
recuperar los privilegios y conductas de abusos que se tenía con Salvador
Cienfuegos Zepeda. Ante la inusual crítica de un militar en retiro, al ya tener
el bozal desatado, el máximo Jefe d e las fuerzas armadas, que es el propio Presidente de la República,
contestó que “Aquí no hay la más mínima oportunidad para los Huertas, los
Francos, los Hitler o los Pinochet. El México de hoy no es tierra fértil para
el genocidio ni para canallas que lo imploren”, sostuvo, y agregó que la
transformación que encabeza su gobierno cuenta con el respaldo de una mayoría
libre y consciente que no permitiría un golpe de Estado”. Y es que al
desesperado generalote que está por colgar el uniforme en su tendedero, se le
olvidó que un soldado es un civil uniformado, y que la población repudia el
sistema económico y político saqueador,
que se venía presentando en nuestro México.
Andrés Manuel López Obrador, no tiene ni un año en la silla
presidencial, y han sido sus propios adversarios y resistentes a la no corrupción, los que
solos, se han exhibido de lo que fueron
y de lo que son; con todo y sus enojos desmedidos por defender su proterva y
asquerosa corrupta vida, vestida con un uniforme oficial que indignan.