viernes, 13 de noviembre de 2020

TRUMP PERDIO EL CINTURON LATINO


























La preocupación del presidente de Estados Unidos Donald Trump por su economía casera y por su desventaja ocupacional de los estadounidenses ante la comunidad latina que invade puestos de trabajo; y no ocuparse por declaraciones de guerra como imperio; trajeron el descontento del estado Profundo estadounidense cuya ideología no se basa en la superación comercial a base de estrategia competitiva sino en el poderío asfixiante en contra de las naciones débiles y el disfraz de súper héroe, en aquellas que lo están rebasando.  A la base estructural de los Estados Unidos de América, nada le gustó que Trump reconociera que su país es el principal mercader de armas, que se haya hecho tonto con la construcción del muro fronterizo que tantas veces dijo pagaría México; y de   igual  manera,  para dicha estructura parafuncional, resulta perder el tiempo, negociar con China en vez de invadir Venezuela o darle el golpe de gracia a Cuba. A Trump no le iban a perdonar,  haber sido un mandatario del imperio que no promovió ninguna guerra como sus últimos antecesores, y no insistir en la estrategia bélico terrorista, que llevó a Reagan a conquistar el mercado satélital y a los Bush, el acaparamiento petrolero. La política de Trump fortalecía a los mercados no ventajistas, por lo que tenían que atacarlo por medio de los antiprogresistas y aprovechar el miedo y la ignorancia latina, que ha venido sembrándos por los anteriores presidentes del país de las barras y las estrellas. Sin embargo las barreras de contención para que Trump no fuera Presidente fueron superadas, y no bastó para detenerlo ni la compra de conciencia de famosos, gobernantes, exgobernantes, personas públicas y los  latinamente apatridas, así como a los  medios de comunicación en inglés, español e intercontinentales. Sin embargo  su reelección ya no pudo ser exitosa , aunque reñida al 290-217 con Joe Biden, siendo Trump en la historia de Estados Unidos, el Presidente en funciones con mayor votos a su favor, es decir más que Barack Obama, pero sin poder reelegirse como lo hizo el mandatario negro. Así Trump, -quien fue señalado como el anticristo de los latinos pero que ganó Misisipi, Florida, Alabama. Luisiana  y Texas; pero que perdió el cinturón de Nuevo México, Arizona y California (en donde más audiencia tiene Univisión y telemundo)-, fue capaz de exhibir a los medios de comunicación  que se decía tenían alto prestigio internacional, también su  asquerosidad electoral de quien se pensaba era un país paradisíaco de democracia y su fragilidad jurídica; lo que le costará a Trump, ya no ser el magnate respetado en el mundo empresarial,  y tarde o temprano pisar prisión como venganza de sus enemigos cuyo intereses y fanatismos fueron tocados. Más en www.somoselespectador.blogspot.com