jueves, 9 de abril de 2015

SE CUMPLIERON 10 AÑOS DE LA MUERTE DE PACO HUERTA Y AUN SIGUE LA LUCHA DE LA LIBERTAD EN LA RADIO



























Fue en el 2015  cuando Francisco Huerta falleció de un paro cardiaco en su casa alrededor de las 12:30 horas. Fue creador del periodismo civil y se le reconoce por haber estimulado y propiciado, junto con muchos otros personajes de la comunicación, el espacio propicio para la transición democrática de México. Tuvo en su haber el Premio Nacional de Periodismo en 1983, Género Entrevista, y en el 2001 se hizo acreedor al Premio Nacional de Periodismo que otorga el Consejo Ciudadano. Aparte de estos galardones, en 1978 y 1979, obtuvo el Calendario Azteca de Oro; en 1990 recibió el Premio Nacional Manuel Buendía. Huerta fue un gran comunicador que mantuvo un estilo único en la radio. El periodismo civil fue su creación y consistió en darle voz al ciudadano, lo mismo en los programas radiofónicos que él condujo en Radio ABC, en Radio Educación, en la XEW y últimamente en Radio Formula. También fue director del primer periódico en donde la palabra del ciudadano común quedó impresa para ser conocida, analizada y discutida por otro ciudadano. En el periodismo civil, decía don Paco, es el ciudadano común y corriente el que tiene la palabra y no los políticos o los personajes de renombre. En paralelo con estas actividades en México, impartió conferencias, talleres en varios países de América Latina y mantuvo un programa en Estados Unidos en Radio Bilingüe en Fresno, California. Huerta se mantuvo activo casi hasta el último momento. Fue hasta que, los primeros días de noviembre del año pasado, la emisión de radio Voz Pública, del grupo Radio Fórmula, que conducía, fue sacada del aire. En su momento, el comunicador acusó a la censura del gobierno federal por no aceptar la crítica. Con el fallecimiento de Paco Huerta el periodismo mexicano pierde a uno de sus más honestos, combativos y consecuentes impulsores de la democracia en México. Huerta dejó el recuerdo de la radio, de aquellas mañanas en que en las actividades se escuchaba de fondo su voz, leyendo  pedazos de la columna de Manuel Buendía, describía algún cartón de Naranjo, y daba sus opiniones, siempre contra el gobierno del Partido Único —al que debimos haber llamado en esos años Partido Con Acompañantes, pues existían agrupaciones tan curiosas como el PPS y el PST—, desde la perspectiva de los ciudadanos: se quejaba de la deuda externa y de lo que entonces se llamaba "carestía de la vida". Pero, sobre todo, su programa de radio consistía en abrirle los micrófonos a la gente. Se leían decenas de opiniones de eso que para el PRI era sólo producto de una subversión comunista: los ciudadanos. Paco Huerta anunciaba  los días que siguieron al fraude electoral de 1988 cuando un  grupo de universitarios y radioescuchas de Voz pública  llegaban a interrumpir  una sesión de la entonces Comisión Federal Electoral, presidida por el secretario de Gobernación de Miguel de la Madrid. Para Paco Huerta, el hecho, escribieron, ameritó una invitación a su programade el hombre que siempre tuvo una resistencia tenaz a la censura y que dirigía su programa desde su silla, pendiente del tiempo, los periódicos, los cables que llegaban, los telefonemas, las preguntas y una lámpara. Con él muchos entendimos lo importante de la radio ciudadana. Otros tuvimos la  oportunidad de participar en su programa que escuchabamos  de niños y  de su periodismo nació el nombre de mi programa EL OTRO ESPECTADOR  ante un estira y afloja de radio comerise. Posteriormente, según se ha escrito,  Francisco Huerta estuvo al tanto de las  manifestaciones que siguieron al 88 y la gran marcha  contra el desafuero del Jefe de Gobierno de la ciudad de México. también se señala que  Paco Huerta fue despedido de  Radio Fórmula, tres meses antes de morir, por algún comentario sobre la Primera Dama. El despido testifica que la censura no está del todo en la lona. Si lo despedían, leía su renuncia al aire. Nunca se cansó. Justo unos días antes de su caída, Huerta buscaba, de nuevo, ingresar a alguna estación nacional sin dejar de transmitir desde su casa vía internet. La muerte lo sorprendió maquinando ese programa que ya no se transmitió. -