Don Nacho es
un sabio y un legendario personaje del futbol mexicano. Es un hombre de 98
años, cumplidos hoy, 31 de julio. Es, sí, un hombre de edad, pero de corazón
joven, entusiasta, plenamente lúcido, jovial y certero en sus conceptos y
frases; de diez preguntas, en apenas en una vacilaba, la deficiente audición
propia de su edad le planta una entrada de tarjeta, pero corrige, lúcido y
sereno, como desde el banquillo.
El andar de
don Nacho ya requiere de apoyos: "¡Las piernas!", dice mientras
avanza hacia al sofá en el que por él mismo se acomoda, plácido, aligerada su
carga, secuela de la fractura de tibia y
peroné que arrastra desde 1947 en su extremidad derecha. Jugó de medio.15 TÍTULOS oficiales ganados en el futbol mexicano; un récord."¡Siéntate! ¿Qué me traes? ¡Un libro!"... "Diablos Rojos. La grandeza se escribe con Diez estrellas"; toma el ejemplar, se adentra en sus pensamientos... "es del Toluquita", y hojea. Se encuentra en las páginas, 21, 23, 43... "¡Bonitos recuerdos!"; le pone su firma con la misma espontaneidad con que soltaba frases que describían con justeza el futbol de ayer, y aún el de hoy. Al Toluca lo hizo campeón de Liga dos veces, como al Zacatepec y Cruz Azul.
¡Sólo hablaremos unos minutos don Nacho; no queremos fatigarlo! "Estoy bien", responde; fascinantemente lúcido habla del Brasil de su época, los años 60 y 70, tiempos de Garrincha, Zagallo, Amarildo, Zito, Vavá, Pele y otros figurones; describió su gozo por la táctica de Hungría, Italia, Checoslovaquia, analizó esquemas, posiciones, lo sabe todo; le encantaba la formación con sólo dos defensores. Le brillan los ojos.
Don Nacho vivió la transición al profesionalismo en México y la creciente violencia en el futbol mundial, le atormenta el alejamiento de los aficionados de los estadios y cree en que la selección nacional alcanzará algún día un sitio de honor.
Es un hombre de futbol, habla con medida y escucha sin limitaciones, es paciente con los visitantes y comparte sus experiencias, todas; escucharlo es entender el futbol desde la óptica de un avezado entrenador que siempre estuvo un paso adelante del resto, hasta de los árbitros.
Vivió el futbol presencial, en los estadios, y hoy el de televisión, desde el sofá, reconfortado por ver en la pantalla lo que la edad ya no le permite en un palco; ligado hace décadas a Cruz Azul con estatus de sabio sólo quiere volver a verlo campeón, por los aficionados celestes y los años de espera.
nació en Guadalajara en 1916 y se radicó en la Ciudad de México desde los 10 años. Don Nacho le dio a México su primer triunfo en Copas del Mundo, el 7 de junio de 1962, derrotó a Checoslovaquia 3-1 en Viña del Mar, Chile.