Fue en el 2015 cuando
Francisco Huerta falleció de un paro cardiaco en su casa alrededor de las 12:30
horas. Fue creador del periodismo civil y se le reconoce por haber estimulado y
propiciado, junto con muchos otros personajes de la comunicación, el espacio
propicio para la transición democrática de México. Tuvo en su haber el Premio
Nacional de Periodismo en 1983, Género Entrevista, y en el 2001 se hizo
acreedor al Premio Nacional de Periodismo que otorga el Consejo Ciudadano.
Aparte de estos galardones, en 1978 y 1979, obtuvo el Calendario Azteca de Oro;
en 1990 recibió el Premio Nacional Manuel Buendía. Huerta fue un gran
comunicador que mantuvo un estilo único en la radio. El periodismo civil fue su
creación y consistió en darle voz al ciudadano, lo mismo en los programas radiofónicos
que él condujo en Radio ABC, en Radio Educación, en la XEW y últimamente en
Radio Formula. También fue director del primer periódico en donde la palabra
del ciudadano común quedó impresa para ser conocida, analizada y discutida por
otro ciudadano. En el periodismo civil, decía don Paco, es el ciudadano común y
corriente el que tiene la palabra y no los políticos o los personajes de
renombre. En paralelo con estas actividades en México, impartió conferencias,
talleres en varios países de América Latina y mantuvo un programa en Estados
Unidos en Radio Bilingüe en Fresno, California. Huerta se mantuvo activo casi
hasta el último momento. Fue hasta que, los primeros días de noviembre del año
pasado, la emisión de radio Voz Pública, del grupo Radio Fórmula, que conducía,
fue sacada del aire. En su momento, el comunicador acusó a la censura del
gobierno federal por no aceptar la crítica. Con el fallecimiento de Paco Huerta
el periodismo mexicano pierde a uno de sus más honestos, combativos y consecuentes
impulsores de la democracia en México. Huerta dejó el recuerdo de la radio, de
aquellas mañanas en que en las actividades se escuchaba de fondo su voz,
leyendo pedazos de la columna de Manuel
Buendía, describía algún cartón de Naranjo, y daba sus opiniones, siempre
contra el gobierno del Partido Único —al que debimos haber llamado en esos años
Partido Con Acompañantes, pues existían agrupaciones tan curiosas como el PPS y
el PST—, desde la perspectiva de los ciudadanos: se quejaba de la deuda externa
y de lo que entonces se llamaba "carestía de la vida". Pero, sobre
todo, su programa de radio consistía en abrirle los micrófonos a la gente. Se
leían decenas de opiniones de eso que para el PRI era sólo producto de una
subversión comunista: los ciudadanos. Paco Huerta anunciaba los días que siguieron al fraude electoral de
1988 cuando un grupo de universitarios y
radioescuchas de Voz pública llegaban a
interrumpir una sesión de la entonces
Comisión Federal Electoral, presidida por el secretario de Gobernación de Miguel
de la Madrid. Para Paco Huerta, el hecho, escribieron, ameritó una invitación a su programade el hombre que siempre
tuvo una resistencia tenaz a la censura y que dirigía su programa desde su silla, pendiente del tiempo, los
periódicos, los cables que llegaban, los telefonemas, las preguntas y una lámpara. Con él
muchos entendimos lo importante de la radio ciudadana. Otros tuvimos la oportunidad de
participar en su programa que escuchabamos de niños y de su periodismo nació el nombre de mi programa
EL OTRO ESPECTADOR ante un estira y
afloja de radio comerise. Posteriormente, según se ha escrito, Francisco Huerta estuvo al tanto de las manifestaciones que siguieron al 88 y la gran
marcha contra el desafuero del Jefe de
Gobierno de la ciudad de México. también se señala que Paco Huerta fue despedido de Radio Fórmula, tres meses antes de morir, por algún comentario sobre
la Primera Dama. El despido testifica que la censura no está del todo en la
lona. Si lo despedían, leía su renuncia al aire. Nunca se cansó. Justo unos
días antes de su caída, Huerta buscaba, de nuevo, ingresar a alguna estación
nacional sin dejar de transmitir desde su casa vía internet. La muerte lo
sorprendió maquinando ese programa que ya no se transmitió. -