El famoso DENME POR MUERTO que hasta el más simple empleado
del gobierno del Distrito Federal sabía que no era así, el hecho de no realizar
una investigación a fondo al gobierno corrupto de Cuauhtémoc Cárdenas y Rosario Robles,
colgarse la banda presidencial y decir que había constituido un gabinete
alterno al que constituyó Felipe Calderón y sin
utilidad alguna, son los puntos de enorme falla , por parte de Andrés
Manuel López Obrador y no el cerrón de Reforma cuya protesta no lo evidenció
como a Cárdenas ante la conciliación con Salinas de Gortari después del fraude
electoral en su contra, o los atentados para matarlo políticamente hablando, por parte de Vicente Fox, en su
ridículo proceso de desafuero y por parte de las televisoras en los videos
proporcionados por militantes del PAN, en donde exhibieron a Bejarano y a Ponce
pero cuyo resultado sólo sirvió para descubrir la poca ética de los medios de
comunicación y sus comunicadores y para que López Obrador los pudiera utilizar
en el debate presidencial contra Peña Nieto
y arrojárselos en su cara y así ganar el debate. Los programas populistas
de Andrés Manuel que tanto se atacaban, fueron usados en sus
programas de gobierno y campañas electoreras de quienes tanto lo impugnaban. El
que dijera en múltiples veces que era un humanista y su defensa al derecho a la felicidad logró que su concepto lo imitaran y su frase se copiara para el nombre
de un partido político. Las burlas por su “abuso” de la palabra complot, no lo
fue tanto, cuando salieron a la luz, todas las trampas organizadas por círculos
rojos y Diego Fernández de Ceballos quien por cierto quedó ridiculizado en un
debate que sostuvo con el peje por
televisión. Es decir, los errores del
excandidato a la Presidencia de la República en las dos pasadas elecciones, no son, dejar de acudir a un debate o decir "Al diablo con sus instituciones", sus errores no son los que
tratan de argumentar los amigos del sistema político que impera en nuestro país
y los que se benefician del mismo. Las fallas de Andrés fueron otras, pero que le alcanzan para ser señalado como el menos malo de los gobernantes, que en su totalidad son muy malos.