El secretario general de México Unido Contra la
Delincuencia (MUCD) Juan Francisco Torres Landa, lamentó que el Estado prefiera
que el negocio de la mariguana siga en manos de los delincuentes, pues asegura
que la iniciativa que Enrique Peña Nieto envió al Senado de la República no
ataca de raíz el problema.Comentó que del pronunciamiento del Presidente
Enrique Peña Nieto, después de la cerrazón que se había demostrado en cuanto a
que el tema no ameritaba cambio alguno, “hubo un viraje suficiente en cuanto al
peso de la participación de muchos actores”. Sin embargo, dijo “las medidas fueron
pocas y tardías; fueron pocas porque no en realidad no atacan la raíz del
problema, que es la ilicitud del mercado, y la imposibilidad que se tiene hoy
en día de obtener la sustancia sin tener contacto con la delincuencia
organizada”.Es decir, “el origen siendo ilícito, y el gramaje lo pudieron
aumentar a 500 gramos, el problema sigue siendo el mismo; pareciera que la
autoridad no ha tomado en cuenta que el origen de este producto sigue estando
en manos de la delincuencia organizada.“El único efecto práctico que tiene es
evitar que los policías estén realizando redadas en las cuales con cantidades
muy pequeñas sería factible de procesar, es decir mes de cinco gramos, ahora
tendrán un poquito más de dificultad en hacerlo porque aún y cuando ellos
pudieran sembrar una cantidad adicional, 28 gramos es más difícil.Torres Landa
subrayó: “Eso no cambia en nada el tema de la delincuencia organizada y su
fortaleza financiera. De hecho, el jueves, seguramente, en varias sedes de la
delincuencia habrían hecho fiestas, porque si después de tantos meses este fue
el cambio radical, en todo caso hasta lo beneficiaron, porque ahora hasta
pueden hacer entregas un poco mayores y sus usuarios ya no van a ser procesados
penalmente”.Aún y cuando se permita el uso de la mariguana en materia
medicinal, el problema de origen siendo el mismo. “Peor aún, porque lo que se
dice es que, indirectamente, en lugar de la producción sea local, vamos a tener
que importarla y el beneficio de la producción la dejamos en manos extranjeras,
en lugar de beneficiar una industria e incluso a campesinos nacionales, quienes la producen pero
están en manos de la delincuencia, cuando podrían estar perfectamente en manos regulares,
y seguir siendo tratados como delincuentes”.