martes, 15 de mayo de 2018

¿LO QUE NO FUE NO SERA?
















Andrés Manuel López Obrador gana más, si pierde. Y es que después  de dos veces de ser impedido a llegar a la Presidencia  de la República con fraudes electorales, esta tercera vez;  podría ser la vencida para no lograr sus aspiraciones presidenciales y exhibir al régimen  de neosometimiento electorero que tiene México y que puede ser tan eficaz en su perversidad  como lo es una dictadura.  No llegar a la presidencia será registrar a López Obrador  como uno de los políticos  más grandes de la historia de México, ya que su grandeza estaría basada, por lo que no pudo ser, más que por lo que es.  Sí se le impide ser Presidente del País, López Obrador se convertirá  en la novia que no fue esposa. En aquella mujer que amamos antes de la que sí llevamos al matrimonio, y que nunca vimos en fachas o con tubos para el cabello, ni con malhumores, ni que nos haya gritado furiosa por no haber tirado la basura, el día que nos tocaba; y que a final de cuentas,  se convirtió en la mujer de nuestra memoria selectiva, en donde solamente la recordamos en las tardes de helado y no  con reclamos por el pago de la colegiatura o con reproches por acudir tanto al boliche. López Obrador vivirá en el poema de “Lo que no fue, no será” sin que se le puedan reclamar metas incumplidas o fallas de gobierno. Pero también, quedará marcada la sociedad mexicana ante su  propia inoperancia  por el respeto a su voto y la facilidad intelectual para ser manipulada mediáticamente por los que se nombraron ganadores de la elección presidencial.  Y quizá  en un libro empolvado,  se mencione  a un hombre que estaba patológicamente obsesionado por ser Benito Juárez García, mientras sus adversarios políticos lo estaban por ser como  Carlos Salinas de Gortari.