México fue el primer país que invitó al Papa Francisco a su territorio por medio del gobierno de Enrique Peña Nieto y del mismo presidente de manera personal en una de sus visitas al vaticano. Sin embargo el líder de la iglesia Católica no dijo para cuando, después visitó el sur del continente americano y no hizo escala a nuestro país, todo parecía que estaba muy ocupado, pero sus desaires han quedado de mayor manifiesto ahora que el Sumo Pontífice visita Cuba, país que está cerca de México y que anteriores visitas papales a las islas del caribe han compartido agenda con el nuestro. La razón de que el papa no quiere ser huésped del gobierno mexicano puede ser por varias razones, como lo son la serie de acontecimientos violentos que se han presentado en el país que han dado la vuelta al mundo sin que sus presidentes en turno puedan hacer algo al respecto o también porque ni gobiernos panistas ni ahora los priístas han podido dar marcha atrás a la ley que excluye de responsabilidad, en determinados casos , el aborto en la ciudad de México cuya ley fue propuesta y aprobada por el antiguo PRD que todavía contaba con cierta convicción izquierdista. El papa francisco sabe que México sabe cantar, sabe bailar y sabe gritar; pero ahora lo más importante en su agenda es visitar a los mandatarios de Cuba y de estados Unidos en una misma visita a américa, para saber que diablos hacen con Venezuela quien no se quiere formar en la fila del imperialismo político y comercial.
