Ecuador ha agotado el recurso de
devaluar su moneda y ha tenido que aplicarse a la tarea de reducir sus gastos
pero será inevitable caer en la garra de los prestamos del Banco Mundial que
condiciona cualquier desahogo económico con la condición de abrir la libertad
de comercio, es decir, aceptar la armonía del neoliberalismo que ha sido el
azote de toda América Latina y entre tanta libertad mercader y prestamos se ha
presentado actos de corrupción de gobierno y desapego a la patria por el
negocio y no por el bienestar económico de un país por lo que las acciones
emergentes se vuelven definitivas y sistemas de gobierno que provocan mayor
crisis en vez de la solución en inicio
planteada.