Se ha reconocido el problema por el que está pasando el Instituto Mexicano del seguro Social en las unidades médicas familiares (UMF) se encuentran en el límite de sus capacidades, lo cual se hace patente por la saturación de pacientes, desabasto de medicamentos, desorden e insuficiencia del personal médico. También las UMF están en el olvido porque se ha privilegiado el crecimiento de los grandes hospitales de alta especialidad.Es innegable la importancia que tienen las UMF en la estructura de ese organismo de seguridad social, no sólo porque esas unidades fueron concebidas para fungir como primer punto de contacto entre los derechohabientes y la institución –donde idealmente deberían atenderse y solucionarse la mayor parte de los padecimientos–, sino también porque el correcto funcionamiento de esos centros está estrechamente vinculado con la prevención y la detección oportuna de enfermedades graves y, en consecuencia, con una atención médica eficiente y la reducción de costos para el instituto y el país. El deterioro en los servicios del IMSS está estrechamente relacionado con la aprobación de las reformas neoliberales a ese instituto entre 1995 y 1997, mediante las cuales se permitió la reducción de las cuotas patronales, se estructuró un seguro de salud con perfil deficitario y se traspasaron los fondos de retiro, cesantía y vejez –cuyas aportaciones constituían la principal fuente de reservas financieras del organismo– a las administradoras de fondos para el retiro (Afore). No deja de ser paradójico que mientras en las clínicas del IMSS persisten el desabasto, la insuficiencia de espacios y las deficiencias administrativas, las instituciones financieras encargadas de administrar los fondos de pensiones acumulen una bolsa que, con todo y las minusvalías que sufren recurrentemente, asciende a más de dos billones de pesos. Aunque en multicitadas declaraciones el presidente Enrique Peña Nieto ha señalado de manera rotunda la no privatización del IMSS, existen rumores que alarman a los derechohabientes y trabajadores del Instituto que pueda ocurrir todo lo contrario y dejar a la deriva a trabajadores jubilados, ya que muchos dudan de la palabra del señor Presidente quien como promesa de campaña también prometió no seguir con los aumentos de la gasolina y en pasados días volvió a producirse el aumento, de igual forma señaló que PEMEX era para los mexicanos y sin embargo lo ordeñan empresas extranjeras, quizá el mandatario y sus legisladores de mayoría tengan pensado no privatizar al Instituto que fue por mucho tiempo ejemplo en países capitalistas y hasta socialistas por abarcar la seguriad social en el sentido más amplio, sin embargo se tiene presente el hecho de conceptos erróneos del Partido Verde, que también fue partido político de apoyo para obtener la presidencia de Peña Nieto, que más que presentar ideas de iniciativas que pudieran favorecer al derechohabiente, parecen beneficiar más al sector farmacéutico de particulares y llevar al barranco al IMSS.