La renuncia que se produjo por parte del funcionario Público Virgilio Andrade tiene una causa de fondo que no es precisamente una determinación ética de un puesto creado para ser la atpadera del Presidente de la República en donde s ele otorgó el cargo de ser juez y parte ante la característica de su conducta opaca, mediocre y servil. El verdaero motivo es que Nayeli Martínez, médico
cirujano de 39 años, denunció en diferentes instancias a Virgilio cuando aún era titular de la
Secretaría de la Función Pública (SFP)mismo que ocupó desde febrero de 2015-, la denuncia fue realizada por presuntas amenazas y violencia en su contra, señalando
que tuvo una relación de cinco años con él y que tuvieron un hijo, por lo que
ahora reclama una pensión alimenticia. En entrevista con Univision
Noticias,
ella dijo que Andrade presuntamente le lanzó amenazas de muerte y la intimidó
con el poder que tiene en su cargo, si ella decidía terminar la relación que
tuvo con él y exponer el caso al presentar demandas, acusaciones que ha negado
el funcionario.“Me amenazaba de muerte. Amenazaba con matarme. Me
decía que no le importaba irse a la cárcel, con tal de que yo hiciera lo que él
quería”, dijo Nayeli.“Por pedirle le pensión de alimentos de mi hijo, se
recibieron insultos terribles como muerta de hambre, mantenida”, agregó.En
su relato sobre los hechos, Nayeli Martínez apunta que Andrade la ubicó en diferentes
cargos públicos, por medio de la amistad que tiene con otro funcionario, aunque
después supuestamente la obligó a tener relaciones sexuales en su oficina en la
SFP, y la amenazó con ser despedida, acabar con ella como una “mosca”,
y bloquearla en el ámbito de la administración pública.El
funcionario, en una respuesta a la CNDH fechada el 19 de febrero de 2016, dijo
que “se ha
conducido de forma correcta y respetuosa, proporcionando de manera constante el
apoyo económico que requiere el menor, sin
que haya mezclado en ello, su vida como servidor público, ni ha ejercido actos
de violencia física, moral o psicológica, sexual o intrafamiliar y económica,
mucho menos amenazado con causarle un mal a su persona o familia, por lo que niega rotundamente todas y
cada una de las imputaciones que usted señala”. Sin embargo le pidieron su renuncia "voluntaria" en su cargo como funcionario y el motivo real poco se ha dado a la luz pública.