El PRD cuya esencia histórica es la resistencia del presidencialismo y la
lucha contra el fraude electoral, mismo que se manifestó con mayor fuerza, en
la imposición a la presidencia de Calderón, por parte del PAN, ahora se une a
éste, y los verdaderos fundadores del partido y figuras de peso en el PRD, lo
han abandonado al ser un cascaron cuyas ruinas serán inseparables. Quien cierra
la puerta en este desfile de denuncias, es
el político simbólico y fundador de este partido, Pablo Gómez, quien anunció que se va del partido liderado por Alejandra Barrales quien buscará
la jefautra de la Ciudad de México, pues, considera, se ha vuelto “una central
de negocios políticos donde ha prevalecido el oportunismo y la corrupción,
síndrome contra el que hemos luchado durante toda la vida”.En una carta
dirigida al partido donde militaba, Pablo Gómez dijo también que el
precandidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, es el único “candidato a
la Presidencia de la República del amplio espectro de la izquierda popular
mexicana”.