miércoles, 20 de diciembre de 2017

JOSE ANGEL MARTINEZ JIMENEZ OPINA SOBRE LA IDEA DE PROFESIONALIZAR A LOS LOCUTORES EN MEXICO









El ser humano de buena voluntad y con un desarrollo pleno, siempre tendrá en su mente tres realizaciones primordiales, que son el bienestar físico y mental, la satisfacción que se obtiene por  el amor en cualquiera de sus expresiones  y obtener el conocimiento. Y con estas tres realizaciones se podrán concretarse sus diferentes objetivos. El conocimiento mucho se relaciona en un Estado, con la Escuela y no en vano, la madre le prepara el almuerzo para que el hijo se lo lleve a sus primeros años educativos. Aquellos que hemos tenido la oportunidad y el objetivo claro de estudiar una carrera  profesional y la satisfacción del esfuerzo obtenido de haberla concluido, sabemos lo que esto representa y para qué tantos sacrificios para obtener esta meta. Sabemos de la importancia de contar con un conocimiento avalado, que nos servirá para observar la vida  de otra manera con todo y sus conflictos y  como una herramienta importante para disfrutar y observar lo trascendente  y ayudar a los demás. Quien ha frustrado sus estudios por incapacidad o falta de oportunidades o falta de entereza para enfrentarse a las mismas, no sabrá lo que significa la obtención del conocimiento y la experiencia que es llevarlo a la práctica en donde el abogado puede regresar la libertad, el médico regresar la salud, el catedrático  la igualdad y así cada profesión. Por tal razón es valido y necesario, que los Locutores quieran profesionalizarse en una idea que ha sido abanderada por la Asociación de Locutores de México A.C., sin embargo, tal medida no debe dirigirse a una determinación de lucimiento, de interés político, demagogia o confusión estructural como lo es nuestro sistema educativo mexicano. Es claro que la   Locución como  otras actividades de comunicación, nacen de una vocación que se concreta a la práctica con el oficio, por lo  que no puede existir una Licenciatura que sea como  resultante de una carrera   universitaria para  la obtención  de un locutor de excelencia; toda vez que éste requerirá conocimientos de ciencias sociales, políticas, sociológicas, jurídicas, médicas, filosóficas, gramaticales, lingüísticas, geográficas, y de otro tipo,  que no acabaría por complementarse y que debería ya tener  en su conocimiento general, al haber cursado la educación Primaria, Secundaria y la Preparatoria- al menos en teoría, si contáramos con un buen sistema educativo-. Es por ello que no existe una carrera para Presidente de la República y en el caso del magisterio de los primeros niveles educativos, el educador, es únicamente un instructor de un programa educativo y no un "sabe lo todo". Es por ello que la carrera de periodismo que creció y se convirtió en "Ciencias de la Comunicación" como licenciatura, ha sido un fracaso como formador de comunicadores, más no, como apoyo técnico que adecua al comunicador al ambiente técnico que exige la modernización de los recursos  comunicativos más no de los comunicadores. -Y así notamos que  en la mayoría de los casos, aquellos comunicadores que estudiaron otras profesiones, han resultado mejor que los que han estudiado Ciencias de la Comunicación-.  Primeramente, la carrera de Locución no debe ser independiente, sino ser una especialización  de  Ciencias de la Comunicación y  a la vez ésta, una carrera técnica y no una Licenciatura, ya que la primera brinda el conocimiento sobre el uso de herramientas y la segunda el correcto uso de esas herramientas. El Locutor con las exigencias del mundo informativo actual; no puede limitarse a ser un simple anunciador, conductor o vocero. Por lo que para tener Locutores  bien preparados y su  mejor  profesionalización, deben contar con una carrera universitaria alternativa pero  apegada a la rama de la comunicación que quieran dedicarse y posteriormente, el estudio obligatorio de la carrera técnica en ciencias de la comunicación que les otorgue una cédula profesional para ejercer frente a un micrófono, misma que deberá ser otorgada ante la aprobación de sus materias y no mediante una licencia o aval de Locución que pueda prestarse a la corrupción,  censura  o intereses particulares de quien los expide. También se deben reestructurar las asignaturas actuales y el programa de enseñanza que envuelven a las Ciencias de Comunicación en donde también se debe incluir a productores, empresarios de la comunicación y radiodifusores y así, (junto a un óptimo programa educativo  de los radioescuchas  que obtengan por su cuenta), se obtenga el resultado de buenos locutores y comunicadores, pero en armonía con buenos contenidos y oyentes selectivos, ya que al no presentarse en la actualidad,  todo lo que  aquí se plantea; se ha dado como  resultado,  que los medios de comunicación y los comunicadores, en vez de ser informadores y entretenedores se convierten en malos formadores que educan a sus desorientados oyentes, formando un círculo vicioso, de malos comunicadores o locutores, que son avalados por malos contenidos y flexibles y tolerantes  oyentes. Por lo que como se puede apreciar; sin la buena alineación de los elementos antes señalados, la carrera universitaria de Locución puede terminar al igual que ha sido en la actualidad, la carrera de Ciencias de la Comunicación, que se ha quedado en buenas intenciones sin obtener mejores comunicadores y que ha servido para que algunos presuman un título de Licenciatura cuando su carrera es netamente técnica y para el enriquecimiento de algunos planteles universitarios, que ahora regalan títulos al mejor postor para cubrir un requisito social o laboral y no en favor de la profesionalización y conciencia social que requiere nuestro país que va arrastrando un retraso  desde su sistema educativo y sus inútiles acciones que  les llaman: "reformas estructurales", que no son más que maniobras a conveniencia del actual régimen de gobierno. es benéfico que los Locutores alcen la voz en busca de un mejoramiento, pero su buena preparación, debe comenzar desde un plan efectivo y no solamente con buenas intenciones.