Después de la detención por presunto criminal del general Salvador
Cienfuegos Zepeda por parte de las autoridades de Estados Unidos, mismas que de
una manera histórica, se desistieron de la acción, argumentando que buscaban la
buena relación mexicoestadosunidos, por lo que regresó libre a México en donde
no se le sujetó a ningún cargo, pero sí, a una supuesta investigación. Ahora la Fiscalía
General de la República resolvió no ejercer acción penal contra el general cuestionado
sobre su labor militar en el sexenio del expresidente Enrique Peña Nieto y
anunció que el extitular de la Defensa Nacional nunca tuvo encuentro alguno con
los integrantes del Cártel H-2 y no sostuvo comunicación con ellos. Tampoco
realizó acciones para proteger o ayudar a miembros de este grupo delictivo y
desvaneció los cuatro cargos relacionados con narcotráfico en los Estados Unidos. Con ello,
el militar quedó exonerado de los cargos en México. Por si fuera poco, en un análisis
de su patrimonio y el cumplimiento de sus obligaciones fiscales, no aparecieron
datos o signos de que hubiera recibido ingresos ilegales o su fortuna creciera
de forma anormal, según sus percepciones en el servicio público. Por su parte, el
actual Jefe superior de las fuerzas armadas y presidente de la República,
Andrés Manuel López Obrador advirtió que
desde este viernes ha ordenado, la publicación del expediente enviado por el
Gobierno de Estados Unidos con las acusaciones hechas al general Salvador
Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional. Y dijo; "He dado
instrucciones al secretario de Relaciones Exteriores para que hoy mismo o lo
más pronto posible se ponga a disposición todo el expediente que nos envió el
Gobierno de Estados Unidos, completo, para que pueda ser consultado revisado
por quien lo desee" y señaló que si
después de esta decisión, el Gobierno estadounidense comunica que tiene más
pruebas contra Cienfuegos, estas también se darán a conocer. El caso es que el
soldadote ya está libre, los gobiernos priperrepanistas están contentos, el
actual gobierno está satisfecho y los medios de direccionamiento masivo también
celebran su libertad sin cuestionarla como lo hacen con el caso de Emilio
Lozoya. Ahora que el presidente y su
proyecto de administración pública que él llama de nación, necesitan triplemente
del ejército mexicano, parece que prefiere fumar la pipa de la paz con el fuego amigo que los cien fuegos
enemigos, aunque como dirían los comentaristas del mundo futbolero, esto no se
acaba hasta que se acaba, y debemos
seguir siendo historiadores y no profetas. Más en www.somoselespectador.blogspot.com