En los próximos días, nos guste o no, vamos a oír hablar
mucho de ovnis. El Pentágono se prepara para presentar al Comité de
Inteligencia del Senado de EEUU el informe de su grupo de trabajo sobre los
llamados “fenómenos aéreos no identificados”, sobre cuyos resultados ofreció un
avance el 'New York Times'. Altos cargos se han comprometido a “revelar todo”
lo que el Gobierno estadounidense sabe sobre esta cuestión. Pero no esperen
grandes sorpresas: el informe no proporciona evidencias de vida extraterrestre.
Al mismo tiempo, admite que existe una fenomenología para la que por ahora no
existe explicación y que inquieta a las autoridades del país. En los últimos
meses, el goteo de desclasificaciones de vídeos y de altos funcionarios que se
ha pronunciado al respecto, desde los senadores Marco Rubio y Harry Reid al
exdirector de la CIA John Brennan, no ha dejado de crecer. El de más alto rango
probablemente sea el expresidente Barack Obama, que este mes admitió en una
entrevista en la CBS: “Lo que es cierto, y ahora lo digo en serio, es que hay
metraje y grabaciones de objetos en el cielo que no sabemos exactamente lo que
son”. El pasado 16 de mayo, el prestigioso programa ‘60 Minutes’ estuvo en
buena parte dedicado a este asunto. El periodista Bill Whitaker entrevistó a
varios funcionarios y militares estadounidenses, incluyendo al senador Rubio,
al antiguo vicesecretario adjunto de Defensa para cuestiones de inteligencia
Chris Mellon y a varios pilotos de la Armada que habían experimentado
encuentros con estos objetos voladores. Uno de ellos, David Fravor, describió
cómo en noviembre de 2004 uno de estos aparatos comenzó a imitar sus
movimientos. “Quería ver cuán cerca podía llegar, así que empiezo a bajar”,
explicó Fravor en cámara. “Y cuando se coloca justo delante mío, simplemente
desaparece” debido a un proceso de aceleración difícil de explicar. Otro de
ellos, Ryan Graves, aseguró que él y su equipo estuvieron viendo estos objetos
“cada día durante al menos un par de años”, en 2014 y 2015. Así, poco a poco,
se está rompiendo el tabú que durante décadas ha prevalecido en el aparato
estatal estadounidense, debido en gran medida a la asociación inmediata entre
la palabra “ovnis” con “extraterrestres”. Un tabú que ha impedido que se
investigue seriamente lo que está sucediendo y sobre lo que, advierten muchos
cargos importantes, ya no cabe dudar a estas alturas. “Quiero que esto se tome
en serio”, declaró Rubio en ese mismo programa, “que haya un proceso para
analizar los datos cada vez que llegan. Que haya un lugar donde esto sea
catalogado y analizado de forma constante, hasta que tengamos algunas
respuestas. Tal vez haya una respuesta simple. Tal vez no”. El Pentágono, de
hecho, creó hace 15 años una iniciativa en este sentido llamada Programa de
Identificación de Amenazas Aeroespaciales Avanzadas (AATIP), tal y como reveló
el 'New York Times' en 2017 tras años de negativas oficiales. Y, para evitar el
estigma asociado al término “OVNI”, el Gobierno de EEUU ha empezado a referirse
a estos incidentes como “Unidentified Aereal Phenomenon” (fenómenos aéreos no
identificados) o UAP (lo que ha hecho que algunos aficionados a la ufología
hispanos hayan empezado a hablar de 'guapos', pese a que la formulación
correcta sería 'FANI').