Quizá muchos estudiantes de periodismo quienes han cursado la carrera con el sueño de aparecer alguna vez en la televisión como parte de los valores distorsionados del periodismo cuya vocación debe ser sustentada con diferentes fines a la fama, veían a una comunicadora como Adela Micha, surgida de la doctrina chayorochista, como un ejemplo a seguir. Una supuesta periodista valiente en estas épocas de libertades presidencialistas pero sexoralista de los anteriores sexenios. Es Micha un ejemplo del golpeteo mediático antiprogresista, y cuya ética volvió a quedar exhibida ante el audio en donde Adela no cierra su micrófono, y se escucha que le advierte a su equipo de producción, se le redacte una reseña sobre Silvia Pinal -que ella no tiene la capacidad de realizar-, ya que para la sensibilidad humana de Micha, se debería tener todo preparado ante la internación hospitalaria de la actriz Silvia Pinal, ya que para Adela, "Silvia Pinal no tarda en morirse".