Primero surgió la afición por el fútbol femenil y luego las transmisiones por tv, ante un público futbolero que tenía que refugiarse en cadenas estadounidenses como ahora increíblemente, gran parte de la población lo tiene que hacer por medio de la radio ante la negación de la televisión abierta de llevar a la pantalla encuentros de féminas. La liga mexicana que comenzó en 1902 y en 1949 de manera profesional, tuvo su primer torneo femenil hasta 2016. Con un fútbol atractivo por la belleza de muchas de sus deportistas pero también por imperar el deportivismo con partidos con solamente un par de faltas y cada vez con mayor técnica individual, los equipos participantes no siempre cuentan con la disposición de estadios, de buenos horarios o de difusión, situaciones que contrastan con las competencias varoniles. Sin embargo en seis años, la liga femenil ya cuenta con clásicos propios, como el tigres contra América y el Tigres contra Monterrey, con mayor rivalidad que el propio Chvas contra América. En una liga que se dice pertenece solamente a cuatro equipos, porque se ha repetido el Monterrey contra Tigres, cinco veces en la final, y solamente han sido campeonas, las Tigres cuatro veces, Monterrey dos, Chivas y América, lo cierto es que equipos como Necaxa, Pumas y Atlas van en crecimiento, aunque la propia liga española que es la más cotizada del mundo, reparte sus copas entre Atletico de Madrid, Barcelona y el Real Madrid mientras que la liga varonil mexicana se ha empantanado en la mediocridad más que en la competencia reñida, en donde sus equipos que se dicen grandes, tardan en obtener campeonatos cortos de 40 a 70 años como el caso del atlas o del Cruz Azul, aunque en los vicios de los directivos abusivos, ventajistas, mal organizados y hasta corruptos, parecen igualarse de manera rápida, ambas ligas. El Torneo femenil también cuenta con jugadoras de peso extranjero, con mexicanas que ya han sido reconocidas como las mejores jugadoras en el mundo por FIFA, de grandes guardametas, de árbitros femeninas que han superado al arbitraje varonil, de ídolos y de equipos de nivel internacional como el arrollador tigres que finalmente perdió la gran final con Monterrey y en su propio campo, por lo que la rivalidad,las sorpresas y el no fuero de invencibilidad, hacen de la liga femenil, un deporte espectacular, aunque a las televisoras no les convenga reconocerlo y que para la afición es fácil aceptarlo.Más en www.somoselespectador.blogspot.com