El debate público es otro de los ejercicios que se han dado como consecuencia de la revolución presidencialista de Andrés Manuel López Obrador, quien como luchador social perseguido, vigilado, acosado hasta al grado de prohibirle abrir cuentas bancarias como ciudadano y otras malechorías, entre la más comunes la difamación, es que no se cumplió lo que muchos ingenuos pensaban, de que al llegar a obtener el mandato constitucional y la banda como jefe de Nación, se limitaría en su libertad de expresión y renunciaría a este derecho, como lo hacían sus antecesores que se callaban por la elegancia hipócrita, la falta de legitimidad, por la falta de calidad moral y porque estaban sujetos al chanteje de los intereses creados y de su conducta de dudosa procedencia. Ya como candidato electo y luego como presidente virtual, López Obrador se defendía ante el INE que acusaba a su movimiento y a MORENA de disfrazar donaciones en favor de los damnificados del sismo del 2017 para aportaciones de la campaña, lo que fue sentenciado judicialmente como falso. Y después ya como Presidente, fue convirtiendo sus conferencias de prensa, en auténticas clases televisadas de Ciencia Política y de Historia del Pensamiento para despertar conciencias y un espacio de réplica al ataque en contra suya de los medios de comunicación y desmentir a voceros del anterior sistema antiprogresista, que se decían ser "el cuarto poder". El direccionismo mediático, el abordar temas que eran intocables, la cultura popular golpeadora a la autoridad debido a más de medio siglo de sometimiento presidencialista, y la politización del país, así como el avance tecnológico en la comunicación, han sido factores propicios, para que la disputa en las redes sociales sea explosiva y en la mayoría de éstas, en el centro el Presidente López Obrador. Aunque en la mayoría de ocasiones los escribanos electrónicos y pasamemes, ejercen la libertad de expresión con ignorancia o dolo y sin conocimiento de causa, y que llegan hasta el abuso del mensaje; la realidad es que cualquiera que sean las circunstancias, es un buen primer paso para mantener activa a una sociedad perezosa que se excusaba con aquello de que "yo no habló no de religión, ni de fútbol ni de política". Y aunque resulta difícil y hasta riesgoso, mantener conversaciones con receptores no inteligentes, siempre será preferible el renacer de un criterio estúpido que finalmente puede ir madurando que la indiferencia colectiva en las acciones de Estado, es decir de pueblo y de gobierno. De no existir este debate que es una manera de formarse nuevas opiniones que pueden desesclavizarse del direccionamiento mediático, no hubiera quizá existido, el alzar de voz de Sasha Sokol que fue abusada por su productor artístico Luis de Llano cuando siempre el abusador estuvo protegido social, publicitaria y económicamente por Televisa, y quien hasta hace unas semanas, antes de que Sasha lo denunciara por haber sido su estuprador, solamente se le asociaba como el supuesto protagonista del despertar de la rebeldía juvenil mexicana en el festival de Rock de Avándaro, cuando en su esfera social, le toleraban ser pareja sentimental y sexual de una niña como Sasha, que si bien es cierto en ese momento todo se hacía con su consentimiento y conveniencia, también es cierto que sus juicios de valor estaban limitados de acuerdo a su edad, y que ahora de adulta ya los procesa en su dimensión para expresar su punto de vista actualizado. Una sociedad crece por medio del debate, aunque al principio de su evolución, las pláticas que del debate emanan puedan ser superficiales, contradictorias e ignorantes, pero en cuanto el intercambio de contrapuntos madura con el tiempo y se acompaña de experiencias y conocimientos adquiridos, entonces el debate se puede convertir en acuerdo de ideas y en el cambio, fortalecimiento o modificación de un criterio. La negación por parte de supuestos representantes del pueblo de México, de regresar el control eléctrico a la nación en la votación por la reforma Eléctrica en la Cámara de diputados y luego en la de Senadores, es un ejemplo experimental de lo que puede ser ese cambio en el debate que se traduzca en cambio social y en calidad de electorado. Seguramente muchos priístas, panistas, prdistas y retrogradistas a los que les encanta les digan "fifís", han procesado una nueva experiencia y una capacidad de solución mental, que les hace establecer otro criterio sobre la vida pública del país y un movimiento presidencialista que intenta ser también ideológico, y tienen mejores bases para confrontar a supuestos líderes de opinión que se decían imparciales de la noticia, profesionales de la comunicación y bigteacher, han caído a su verdadera dimensión de fake news, por lo que es claro, que en una sociedad de alto nivel intelectual no existen los líderes de opinión sino los criterios sustentados aunque puedan estar divididos . Más en www.somoselespectador.blogspot.com