lunes, 18 de diciembre de 2017

CRISIS ENTRE LOCUTORES Y PROGRAMAS DE RADIO















En la Entrega  de El Premio Nacional  de la Locución 2017, otorgado por la Asociación Nacional de Locutores A.C., se anunció que se ha reconocido a la  Locución  como una carrera a nivel universitaria en donde se emite título profesional. Aunque por otra parte se ha propuesto obtener el título de la Licenciatura en locución por años de práctica ante un micrófono; es real que ésto no es suficiente ante el nivel de calidad de quienes se encuentran frente a un micrófono, que  ha dejado mucho que desear en los últimos años,  por lo que se debe asegurar el conocimiento científico  de los locutores, así como también de los productores de programas de radio y televisión, para  que asuman el compromiso social de sus contenidos, así como la exigencia a radiodifusoras para sus estrictas contrataciones  de buenos comunicadores y el respeto a la ley en sus políticas informativas. Sin embargo, la creación de la Licenciatura en Locución la consideramos inexacta,  si contemplamos que el mundo informativo moderno,  requiere profesionales de la comunicación que no se limiten a ser anunciantes o presentadores,  por lo que ya existe la carrera de Ciencias de la Comunicación, la que debe ser revisada en sus asignaturas y contemplar especializaciones, maestrías y doctorados, en donde deberá tener cabida la especialización de Locución como rama de la materia comunicativa y no como una carrera separada o duplicada o con otro esquema. También es importante el registro del título y la expedición de la Cédula Profesional de los estudios adquiridos por los comunicadores, para que únicamente con la cédula profesional respectiva puedan ejercer la profesión informativa,  más que solicitar otros requisitos mafiosos,  como lo son pertenecer a una asociación, sindicato o tener una licencia de locución  o un aval,  ya que estos últimos se prestan a la violación del derecho a la información, a la censura y a formar un campo fértil de corrupción.  El tono de voz, la solemnidad para dirigirse a los oyentes y la forma de realizar las entrevistas a sus invitados, no son cosas menores pero que no pueden igualarse con el verdadero problema que es la falta de estilo,  ética, vocación y responsabilidad social de los conductores que ignorantes de la ley y sin preparación alguna, bromean ante un micrófono sin saber el alcance que este tiene.  Aunque la mayoría de los destacados periodistas y locutores en la historia de la comunicación de nuestro país, no tuvieron estudios periodísticos  ni de locución; ellos basaron  su actividad en el apoyo de otras carreras  con  enorme fundamento como lo son filosofía y Letras, Historia del Pensamiento y del Arte, Sociología, Trabajo Social,  Gramática, Ciencia Política, Leyes, entre otras; lo que ya no se contempla en la realidad actual de la radio  y  la televisión en donde se pagan los espacios sin importar a que postor se le otorga el tiempo al aire, olvidando  que es un bien público y no de particulares. Es por eso, que nos unimos a la idea de profesionalizar a los comunicadores de la manera antes expuesta y aumentar el nivel educativo del radioescucha, televidente, lector e internauta; así como también, que los patrocinadores, radiodifusores y autoridades de la comunicación, cumplan con la legislación de la materia y renuncien a sus intereses políticos y planes contrarios al  enriquecimiento cultural y educativo del país. También será importante la legislación sobre estaciones de radio y televisión que se encuentran al margen por transmitir en  internet.  En vista de lo anterior, los que nos dedicamos a la comunicación, incluyendo a la Asociación Nacional de Locutores, tenemos una amplia tarea por hacer;  que debe ser más importante que la entrega de reconocimientos mensuales y  festejos  a los locutores "cumpleañeros" que puedan hacerse, con la excepción de El premio Nacional de Locutores, que al ser a nivel nacional, se otorga con mayor seriedad y que sirve como aparador del enriquecimiento de la labor comunicativa.