La falta de ética hasta el extremo que vivió la televisión mexicana cuando Adela Micha junto con Víctor Trujillo le tendieron una trampa en vivo a René Bejarano bajo la orquestación de Carlos Ahumada y Federico Doring en la campaña de Estado y comunicadores corruptos para desprestigiar mediaticamente a Andrés Manuel López Obrador, (situación que no ocurrió ante el afán del Presidente Vicente Fox que no tuvo otra opción más que llegar al desafuero del entonces jefe de Gobierno) son momentos inéditos que registraron la pantalla casera y que no se olvidaran. Adela Micha a la que podemos llamar la periodista de la palabra y la carcajada falsa que era capaz de entrevistar a un personaje antes de ser detenido como si se tratara de una bruja adivina y a quien televisa le quiso dar proyección en aquel Big Brother para después convertirla en una entrevistadora con interrogatorios aparentemente agresivos pero preparados para el entrevistado en turno en charlas que más que producto de un estudio de televisión parecían producto de una cantina. La copia mala y mal elaborada de un Backup de Ricardo Rocha tenía como lema el entreguismo, lo mismo a la disposición de la amante de Carlos Ahumada, que a Enrique Peña Nieto o a Elba Esther Gordillo o al mejor postor del sistema de control mediático. El día de ayer hasta nuestra redacción llegaron dos comunicados, uno proveniente de la Empresa Televisa y el otro de la creciente cadena de radio y televisión IMAGEN, en donde anuncian la salida en su lista de personal y en su programación de Adela Micha Zaga, en un mensaje que nos recordó, aquellas antiguas cartas que llegaban con sobres perfumados pero con un contenido macabro. Con palabras bonitas y adornadas pero ambos comunicados contundentes para dar aviso el despido de Adela Micha en dichos canales de comunicación, por la razón de que Micha no resulta útil a tales empresas que tienen nuevos proyectos que la sustituirán. Adela Micha no pasará ni pagando cuota por la carretera que han cruzado los grandes comunicadores como Fernando Marcos, quien decía que "Aquel que pierde la dignidad por conservar el trabajo; acaba perdiendo el trabajo y la dignidad".