domingo, 14 de febrero de 2016

NO HAGAN PANCHOS DICE EL PAPA















Desde su partida de Ciudad del Vaticano a nuestro país, el Papa Francisco  apuntaba  que el tono de su visita a México sería estrictamente religiosa y no política; situación  que al Papa no le iba a creer ni su Mamá.  Por lo que en su primer día de actividades después de haber sido recibido como Jefe de Estado por Peña Nieto; el Papa Francisco en su encuentro con los Obispos de México en la Catedral Capitalina y en presencia de personajes políticos, diplómaticos y medios de comunicación  de todo el mundo, no envió  un mensaje central relativo a fortalecer y procurar el buen cristianismo y no el mal catolicismo sino que lo que hizo, fue basar su lectura  en dejar en descubierto las diferencias de los miembros de la Iglesia de nuestro país, lidereada por la oscura conducta del "padrecito" consentido de Marta Sahagún y  Angélica Rivera  que es  Norberto Rivera  quien es un defensor  y protector  de pedófilos  como Nicolás Aguilar Rivera y Marcial Maciel Degollado,  y el distanciamiento de la Iglesia mexicana  con los miembros del Vaticano, ya que la iglesia papal trata de limpiar en poco, la imagen que dejó el feroz anticomunista Juan Pablo II  y su operador Ratzinger  quien en la actualidad se encuentra estable de salud y cuyo pretexto  para abandonar la silla papal fueron precisamente sus "achaques". El Papa Francisco olvidó su sotana y les dijo a los obispos mexicanos que si existían cosas que había que arreglar, las arreglaran como hombres y sin chismes a las espaldas. Después retó al estilo del barrio de San Lorenzo en Argentina,  a la riña  pero con conciliación.  Desde la misma jaula de los leones negros que es la Catedral del país; el Papa Francisco apuntó políticamente  a las autoridades religiosas mexicanas  en una confrontación que en vez de realizarla en una oficina y en privado, prefirió hacerlo en voz alta  de cara a la sociedad con lo que dejó en claro, lo que ya era grito a voces, que es el divorcio entre la Iglesia mexicana y el vaticano al cual se ha querido ignorar gracias a la fuerza que se le ha brindado  a la Iglesia mexicana por parte de su Gobierno  y el narcotráfico; por lo que la Santa Sede se mantiene firme por medio del Papa en defender sus intereses  basados en la política de los imperios internacionales  y ahora en esta visita a México, las  inconformidades han quedado expresadas por el Papa  que los medios nacionales no habían difundido y que se traducen en parte, en la negativa del Jefe máximo de la Iglesia Católica por venir a tierras aztecas y en que Norberto Rivera Carrera  esté siendo, un mal anfitrión en esta visita Papal.