miércoles, 10 de febrero de 2016

PIN PON PAPAS












La visita del líder de la Iglesia Católica a México debería ser una buena noticia para los católicos y nada más; sin embargo no se puede negar la importancia y peso político que a lo largo de la historia representa la figura papal. El Papa Francisco lejos de ser un gran idealista como lo pudo ser en América José Marti o Miguel Hidalgo que hablaba de la libertad de las Américas y no se limitaba a lo que hoy es México o lo que pudo representar el pensamiento de Agustín de Hipona o el popular Mahatma Gandhi, el Papa argentino es sólo un intermediario inteligente y un procurador de los interés imperialistas como lo fue Juan Pablo II al ser Protagonista de la caída del socialismo junto con su operador Joseph Aloisius Ratzinger quien pocos recuerdan que aún vive y también llegó al Papado. Debemos recordar que Karol Wojtyla en su visita papal a México alentó al levantamiento Zapatista, lídereado por europeos como lo es el Comandante Marcos. La próxima visita papal a México anuncia a un Papa Francisco crítico en donde se negociará el contenido de sus mensajes de una manera muy reducida ya que está en juego la credibilidad internacional del Pontífice quien también debería ser autocrítico no sólo del deterioro de la Iglesia Católica sino también de sus infamias, omisiones, complicidades y encubrimientos y no nos referimos a la Iglesia del pasado sino a la del pretérito y presente. La visita papal anunciada como únicamente un viaje pastoral y que el día de ayer en un comunicado, el gobierno Federal reconoce como una visita de Estado contrario a las opiniones emitidas por El Vaticano, no será simplemente un mensaje de buenos deseos o un viaje guadalupano, lo cierto es que tiene carácter político mal intencionado y un notorio interés comercial que fortalece el ingreso de las televisoras y su política de enajenación mediática y cultural que ya nos señalaba la Teoría Simmelista al relacionar como movimiento vital de la civilización a las leyes, la tecnología, el arte y la religión para su dominio por parte de sus líderes. Que en nuestro país podemos traducir en la coercitividad y ventajas en favor de los poderosos, medios de enajenación electrónica, actividades "subartísticas" en contra de tradiciones y valores humanos y control del pensamiento por medio de la religión y que mejor que con la bendición papal.