Probablemente, Lilian Tintori no se planteara hace años que su vocación maratoniana le iba a servir para el trance que vive ahora. Es para corredores de fondo. Su gran travesía empezó el 18 de febrero de 2014, cuando su marido, Leopoldo López, opositor al chavismo y líder de la socialdemócrata Voluntad Popular, entró en la cárcel de Ramo Verde, sencillamente por razones políticas. Ahora el proyecto socialista fundado por Hugo Chávez sufrió el mayor revés electoral de su historia, pero analistas advierten que sigue siendo una corriente fuerte, aunque llamada a reinventarse para garantizar su vigencia.Tras 16 años de hegemonía, el oficialismo sintió la fuerza de un voto castigo por la crisis económica que deterioró la calidad de vida de muchos venezolanos. Más de 80% opinaba antes de las parlamentarias del domingo que el país iba mal, según la firma Datanálisis.El desplome de los precios del petróleo —del cual el país obtiene el 96% de sus divisas— y la forma negativa en que se percibe su manejo de la crisis pasaron factura al presidente Nicolás Maduro, que ahora tendrá que lidiar con una oposición legislativa facultada incluso para buscar poner fin a su mandato antes de 2019, con al menos tres quintos de los diputados.Venezuela entró en una nueva etapa.
La oposición logró un histórico triunfo parlamentario que puso fin a 16 años de hegemonía chavista, pero aún debe definirse el poder que tendrá para impulsar los cambios prometidos en este país petrolero, asfixiado por la crisis.En unas cruciales elecciones legislativas disputadas el domingo, la coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD, centroderecha) aseguró 99 diputados de contra 46 de oficialismo socialista, de una Asamblea Nacional de 167 escaños, que se instalará el 5 de enero.Pero la magnitud de la victoria y el impacto sobre el rumbo del país todavía está por verse. Aún el Consejo Nacional Electoral *CNE) no ha anunciado el resultado para las 22 curules restantes, por lo que la oposición podría alcanzar mayoría calificada de tres quintas partes (101 escaños) o incluso la de dos terceras partes (112), con amplísimo poder.Apenas anunciado en la madrugada del lunes el resultado oficial, el presidente Nicolás Maduro aceptó la derrota que dijo recibir como una "bofetada": "Se abre una nueva etapa de nuestra revolución bolivariana", auguró.Con tono moderado, Jesús Torrealba, secretario ejecutivo de la MUD, anunció el "comienzo del cambio en Venezuela", pero reconoció que la oposición tiene una "responsabilidad inmensa" para "hacerle frente a la crisis".La oposición asegura haber obtenido 112 curules, una situación inédita en una Asamblea que estuvo dominada por el oficialismo de izquierda desde que en 1999 llegó al poder Hugo Chávez, fallecido en 2013.Con mayoría simple, la oposición podrá buscar una amnistía para unos 75 "presos políticos" y designar las autoridades de la Asamblea.Pero con mayor poder podría incluso convocar una Asamblea Constituyente, remover a los miembros del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y hasta buscar sacar anticipadamente a Maduro del poder.Las legislativas representaban, según el politólogo John Magdaleno, la posibilidad de un "contrapeso" en un Estado cuyos poderes "están totalmente controlados por el oficialismo