Para los Morenistas iba a ser muy difícil competir con un partido nuevo pero mucho más difícil sería mantenerse en un PRD que ya no es factor de izquierda y que los Obradoristas cumplieron dejarlo en el puro cascaron por su salida. nunca antes un partido nuevo había logrado ganar tanto y una plaza tan importante como la Ciudad de México en las pasadas elecciones intermedias, en donde el peso de Andres Manuel López Obrador es evidente y fue la imagen del tabasqueño quien llevo en preferencias récord a Miguel Angel Mancera a la Jefatura de la Ciudad. ahora se hace increíble que el partido del sol azteca busque alianzas con el PRI o con el PAN, partidos que el PRD acusaba de haberles robado fraudulentamente la presidencia de la República en la candidatura cardenista y obradorista. Ahora lo que más le importa al PRD es frenar a la izquierda de Obrador con Morena para la presidenciable 2018 o por lo menos quitarle votos para que la presidenciable sea una disputa únicamente entre el PRD de los chuchos con el Pan y el PRI, sirviendo el partido del sol como una barrera de distracción y sumándose a la hermandad priísta que el partido del poder tiene con El Partido Verde y otros enanos como Encuentro social. Cuando el objetivo mediático es hacer ver a Obrador como un enfermo terminal, todo parece que goza de plena salud política aunque con un partido nuevo pero cuya ventaja es que ha dejado lesionado al PRD que de por sí, sufre de diferentes fracturas pero que se mantiene sólido al acogerse del lado del priísmo y su máquina electorera neoliberalista.
