martes, 12 de enero de 2016

LA GUERRA DE LAS DESGRACIAS





















Entre la guerra contra en narcotráfico de Felipe Calderón y la lucha por las reformas estructurales de Enrique Peña; ya poco o nada se mencionan las deudas externas e internas del país, como si ya se hubieran pagado cuando son deudas pendientes. No se menciona el FOBAPROA y la deuda con el Banco Mundial que al haberse pactado en dolares, ha aumentado de una manera desproporcional. Con la captura de EL CHAPO Guzmán, el gobierno de Peña parece volver a las andadas y regresar al mensaje mediático del fortalecimiento de las Instituciones y el Estado de Derecho, cuando el discurso inicial era que con la venta de los recursos energéticos del país, éste iba a mejorar su nivel económico y no ha sido así porque realmente estamos bajo otro sexenio priísta con sus tradicionales devaluaciones y el deterioro de la justicia, pues mientras por un lado se anuncia con fanfarrias la rereredetención del Chapo, por el otro lado se brinda impunidad a la francesa Florence Cassez quien se le otorgó plena libertad al igual que a el hijo del Chapo Guzmán y de su maestro del crimen, Caro Quintero. Lo que se dice es un  Estado de Derecho, sólo ha servido para  evadir la correcta investigación ministerial de personajes como José Manuel Figueroa, quien salió sin ninguna sanción en un accidente automovilístico que él ocasionó y provocó la muerte de la linda Lilian Elizalde, al señalar que el cantante no venía conduciendo el auto, cuando reporteros de la red víal habían señalado en un reporte en vivo, todo lo contrario. Y ni que decir de su tío Federico Figueroa o el lazo descubierto entre Kate del Castillo y Joaquín Guzmán para lavado de dinero y ya ni que decir de las acusaciones en contra de Ricardo Salinas Pliego al apoderarse del canal 40 entre otros señalamientos de evasión fiscal o la relación de los propietarios del Unomásuno y el Diario Amanecer con el narcotráfico por descubrimientos del departamento del Tesoro de Estados Unidos, en lo que es  un diario cuya línea editorial es muy lejana a la practicada por su fundador Julio Scherer García con un pensamiento liberal que ahora se traduce en una plantilla de periodistas de mala calidad  y tan chayoteros como lo puede ser en su sección de espectáculos, el  ESTO. En fin, la renovación moral de nuestro país que ha sido buscada desde  tiempos del presidente Miguel de la Madrid que con trucos publicitarios anunciaba un cambio radical a los abusos portillistas y que lejos de alcanzar la tan buscada renovación moral, actualmente nos topamos con un país lleno de miseria, de cada vez más desigualdades, de corrupción, de falta de orden jurídico, enseñanza y justicia y en donde el más deshonesto de los procuradores puede llegar a ser Jefe de Gobierno y el más feroz pederasta; puede convertirse en "un gober precioso" o líder del Senado.