Pepe le dice chillón a Ricardo y Ricardo se dice un perseguido político por el gobierno peñista para evitar legue como candidato presidencial. Así es como el candidato perrepanista Ricardo Anaya y el priísta Pepe Meade, ambos representantes del neoliberalismo, comienzan un juego estratégico con el fin de confundir al electorado para posteriormente darse las manos en caso de cumplir sus objetivos de que sea Andrés Manuel López Obrador quien no alcance los votos suficientes para ser Preisdente de la República en su nuevo intento, como verdadero representante de la izquierda. La guerra mediática y el show político, así como el deseo por sembrar miedo en el electorado, para que no quieran divorciarse de la política neoliberlista, solamente podrá consumarse, si el crayón del votante no apunta al voto razonado y bien analizador.