miércoles, 2 de mayo de 2018

FUTBOL PONCHADO






















La mala calidad de los comentaristas futboleros en la televisión mexicana, que mal informaban insistentemente de la descalificación del Cruz Azul en el torneo con tal de vender el juego América- Cruz Azul en donde los cremas supuestamente lo dejaron fuera, cuando los cruzazulinos fueron eliminados en la última jornada; la inconsistencia de los torneos cortos en donde cualquiera puede ser líder general de una semana a otra y ser también campeón, la indisciplina y  falta de ética de futbolistas, entrenadores y hasta árbitros, los graves problemas personales en los que se ha visto involucrada la familia futbolística, la duda de ingreso lícito de dinero a los equipos de fútbol, la suciedad entre  el ascenso y descenso, en donde inexplicablemente, los directivos de la UAP, dejó caer al equipo Lobos con determinaciones en su perjuicio cuando parecía estar ya salvado y el hecho de que corra el riesgo de que no ascienda ningún equipo de la menor división por situaciones etxrafutbolistas y monetarias, así como la reglamentación ilimitada de extranjeros en la liga; hacen que el fútbol mexicano  sea un reflejo del País, al estar envuelto en un cochinero  que parece retroceder a los años ochentas  en pleno régimen intolerante y abusivo. Equipos bajo el descuido total como Cruz Azul  que se han convertido en una vergüenza con lodazal en su historia y quienes disfrazan  su razón social en cooperativa, cadenas televisoras  y socios que tienen más de un equipo en la liga, un Pachuca triunfador gracias a favores políticos obscuros y la indiferencia de conservación de patrimonios futboleros como el Estadio Azul; también  muestran que lo único que importa del futbol,  es el botín financiero que se traduce en los derechos comerciales de los equipos y de la selección mexicana, la lavadora de dinero perfecta en que se han convertido sus taquillas y el instrumento político  que son sus plazas. Cuando de lo único que presumía el fútbol mexicano, es de su honestidad deportiva que se limitaba a la anécdota de los errores arbitrales; ha salido a la luz pública por medio de el exfutbolista Hugo Sánchez, como se arregló el resultado del partido Monterrey contra América en la temporada 92-93, en donde se contrató para que fuera el árbitro del partido, al costarricense Berny Ulloa para que fueran los rayados de Monterrey quienes pudieran avanzar y no América, en razón de que  la marca que patrocinaba al  cuadro norteño estaba financiando a la selección mexicana de futbol. En aquel encuentro,   el único que reclamaba airadamente las determinaciones arbitrales, era el hoy denunciante, después de que el silbante  no se cansó de anular todos y cada uno de los goles que metía el cuadro americanista para que fuera derrotado 1-0 como era el cometido.