lunes, 3 de agosto de 2015

MEXICO UN PAIS EN DONDE SE MATAN PERIODISTAS




































































La Federación Internacional de Periodistas (FIP) dio a conocer que en 2014 un total de 118 comunicadores perdieron la vida en el mundo debido a “choques violentos” mientras realizaban su trabajo, cifra que representó un aumento de 13 asesinatos con respecto al año anterior. De acuerdo con el informe, México está en el lugar ocho entre los países que registraron mayor número de muertes de trabajadores de los medios de comunicación, con cinco asesinatos. Es el número dos del continente americano. La organización internacional atribuyó estas muertes “al implacable régimen del terror y la violencia del crimen organizado [que] continúa haciendo estragos en el periodismo de América Latina”. Consideró que en Honduras y México “muchos periodistas pagan con su vida por informar sobre sucesos tales como la corrupción o el tráfico de drogas”.
“Esta es la conclusión que la FIP extrajo de su misión en septiembre al estado de Guerrero, una de las áreas más violentas de México, con el propósito de alertar a las autoridades de la necesidad de una acción drástica para proteger a los periodistas locales”, precisó la Federación.
En la lista anual de la FIP se reportaron los homicidios de Gregorio “Goyo” Jiménez de la Cruz, de Notisur; Jorge Torres Palacios de El Dictamen; Octavio Rojas Hernández de El Bueno Tono; José Antonio Gamboa Urias de Nueva Prensa, y de Atilano Roman Tirado de Radio Fiesta Mexicana.
Otra organización internacional, Artículo 19, documentó de enero a septiembre de 2014, 222 agresiones contra la prensa mexicana. En 94 casos se trató de ataques físicos; 40 actos de intimidación; 37 amenazas; 23 detenciones arbitrarias; tres asesinatos a periodistas y el ataque a las instalaciones de un medio de comunicación donde falleció el hijo de un comunicador.
En el 42 por ciento de las agresiones el responsable es un funcionario público; en 17 por ciento es un particular y 27 por ciento se desconoce al atacante.
La Federación, que actualmente cuenta con 600 mil miembros en 134 países del mundo, informó que Asia Pacífico registró el mayor número de muertes, con un total de 35, “lo que la convierte en la región más peligrosa del mundo por segundo año consecutivo para los trabajadores del sector periodístico”.Oriente Medio ocupó la segunda posición con 31 fallecidos, seguido del continente americano, que ha contabilizado un total de 26. África se situó en cuarto lugar con 17 muertes violentas y Europa cerró el listado con 9.
La Federación denunció que estas cifras son un recordatorio de la gravedad de la crisis de seguridad que viven los medios de comunicación e intensificó su apelación a los gobiernos para que hagan de la protección de los periodistas su mayor prioridad.
Citó como ejemplos las brutales decapitaciones públicas como las de los reporteros autónomos británicos James Foley y Steven Sotloff a manos de militantes del autoproclamado Estado Islámico, que representan un giro en la actitud de los gobiernos hacia la protección de los medios de comunicación.
“Es momento de actuar frente a estas amenazas sin precedente ejercidas contra los periodistas, que están siendo víctimas no solo para restringir la libre circulación de información, sino cada vez más para asegurarse enormes rescates y concesiones políticas mediante el puro y simple uso de la violencia”, aseguró el presidente de la FIP, Jim Boumelha.
“Como resultado, muchas organizaciones de medios de comunicación dudan a la hora de enviar reporteros a las zonas de conflicto por motivos de seguridad, incluso de utilizar el material recopilado por periodistas autónomos. Fracasar en la mejora de la seguridad de los medios de comunicación perjudicaría gravemente la cobertura de conflictos, que se empobrecería debido a la ausencia de testigos independientes”, indicó.
A su vez, la Secretaria General de la FIP, Beth Costa dijo que “los niveles de violencia ejercida contra los periodistas siguen siendo inaceptablemente altos en algunos países donde estos trabajadores corren un riesgo mortal en el ejercicio diario de su profesión”.

“Por desgracia, muchos han pagado con sus vidas la espiral de violencia que está sepultando los medios de comunicación y que está siendo a su vez avivada por el clima de impunidad”, comentó.