Lamentable lo ocurrido a Francia cuyo gobierno ha sido históricamente bélico como lo es Alemania y Estados Unidos cuyos paganos son los pueblos. De manera justificada, muchos mexicanos interpusieron en su rostro la bandera francesa como nunca se había realizado, ni siquiera por los descabezados que cada semana aparecen en su territorio y ya no se diga por los 40 muertos en el Líbano o por los Rusos muertos en un avión, justo días antes de estos terribles e injustificables actos en Francia en donde murieron por lo menos 132 personas cuando en México, apenas en mayo se denunciaron mil 463 homicidios con armas de fuego en donde destacan soldados, policías y presuntos delincuentes y cuya solidaridad de colocar la bandera mexicana en su perfil, se realizó por los mexicanos únicamente con el fin de celebrar las pasadas fiestas patrias. Es de sentir orgullo que un pueblo como el mexicano muestre su solidaridad con Francia en estos momentos como el mundo entero lo ha hecho también; pero no sólo con Francia, también con sus propios paisanos y con ciudadanos de todo el mundo, en donde existen también libaneses y sirios que están en total desacuerdo con estos ataques y franceses que se oponen a los ataques que realiza el gobierno de su propio país. Situaciones tan deplorables como lo ocurrido en Paris o los ataques a las Torres gemelas en los Estados Unidos, deben de servir para cerrar filas en favor de la paz y no como la expedición de una licencia para matar que se otorga a los gobiernos, como aquel ataque a Irak con el fin de destruir armas nucleares que jamás se encontraron. En una guerra no existen los buenos y los malos, sólo existen víctimas. Y un dato más, el ataque que más ha indignado a los mexicanos en esta serie de agresiones terroristas ha sido el ocurrido en la discoteca Bataclan de París, en donde hay que considerar que fue producido por delincuentes desequilibrados y que sin embargo nos recuerda el producido por el entonces jefe policíaco JOEL ORTEGA, en la discoteca News Divine de la Ciudad de México, en donde se producieron muertos por su imprudente intervención, en donde por cierto, nadie iluminó su rostro con la bandera mexicana ni se opusieron a su pasada dirección dentro del gobierno de Miguel Angel Mancera.