El pasado 3 de noviembre, el máximo tribunal mexicano, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), emitió un fallo que permite a cuatro personas el consumo de marihuana con fines lúdicos o recreativos sin incurrir en un delito. Según dice el documento jurídico correspondiente, la corte “no minimiza los daños que puede ocasionar la marihuana en el consumidor mayor de edad, sin embargo, entiende que la decisión sobre su uso sólo le corresponde tomarla a cada individuo.”Respecto al “sistema de prohibiciones administrativas”, es decir, la ilegalidad de poseer más de cinco gramos de la hierba, así como de producirla y comercializarla, los magistrados de la SCJN reconocen en general el derecho del Poder legislativo para “limitar el ejercicio de actividades que supongan afectaciones a los derechos” constitucionales. Sin embargo, la corte “no encuentra que tales afectaciones fueran de una gravedad tal que ameriten una prohibición absoluta de su consumo.”En pocas palabras, el amparo ganado por cuatro miembros de la llamada Sociedad Mexicana de Autoconsumo Responsable y Tolerante (SMART) no equivale a la legalización de la marihuana en México, ni da permiso a todos los ciudadanos para que practiquen la producción y el autoconsumo del estupefaciente. Desde México, Catalina Pérez Correa González, especialista en políticas relacionadas con las drogas y profesora en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), precisa a DW que “los efectos del amparo no son generales, sino solo para los promoventes. Tampoco constituyen jurisprudencia obligatoria para los tribunales inferiores; es decir, éstos aún no tienen que interpretar la norma en la misma forma que lo hicieron los ministros de la SCJN. En caso de que otras personas se ampararan, habría que ver cómo decide la corte o un tribunal.”Para que la decisión de la corte tuviera obligatoriedad y sentara jurisprudencia, tendrían que decidirse otros cuatro casos en el mismo sentido y de forma ininterrumpida, explica la coautora del estudio “El Estado frente al consumo y los consumidores de drogas ilícitas en México” y autora de otros documentos al respecto.También desde México, el Dr. Luis Astorga, uno de los especialistas más renombrados en la investigación sobre temas de seguridad y política contra las drogas, coincide con estos puntos de vista, y añade en entrevista con DW: “Es un gran paso y abre nuevas posibilidades.”