No todos somos Ayotzinapa; también somos Veracuz, Michoacán, Sinaloa, también somos las violaciones en el Estado de México, la impunidad de la guardería ABC y la matanza de jóvenes provocada en el News Divine de la Gustavo A. Madero en la Ciudad de México. Los muertos en este país no han sido únicamente 43 normalistas sin embargo el asunto no menor, ha sido emblema de botín político y de impunidad. Impunidad por parte del gobierno federal quien incluso en el desfile de procuradores conocedores del caso Ayptzinapa; existen claras evidencias de que pruebas fueron destruidas al igual que cambiados hechos y tapado culpabilidades en donde indudablemente tuvo que estar involucrado el ejército mexicano. Sin embargo también ha servido el asunto para ponerles hilos de marionetas a algunos protestantes quienes sufren dicha tragedia para beneficio político de ellos o de quienes los alientan a realizar actos inútiles y provocativos que en nada defienden ni reivindican tal causa. Y así lo hemos podido apreciar en los actos a nivel internacional en que ha sido insultado e interrumpido el Presidente de México, Enrique Peña Nieto con todo y que es responsable de tal asunto por ser el actual mandatario del país, pero no podemos ocultar que tales actos tienen otro fondo que no es sólo la protesta, y cuyos actos también fueron orquestados ahora hasta de López Obrador en un evento a favor de los migrantes realizado en Nueva York, en donde Antonio Tizapa, padre de Jorge Antonio Tizapa Legideño desaparecido en el caso Ayotzinapa, interrumpió en contra del Presidente de MORENA y lo siguió hasta su automóvil en donde el perseguido lo calificó como provocador. Y es que el escudo de víctima y de Padres víctimas a muchos les ha servido para escalar puestos políticos a raíz de sus hijos asesinados, desaparecidos o secuestrados. En nada se justifican las lamentables tragedias, pero es claro, que existió un abuso por parte del padre del hijo desaparecido al cuestionar sin modos ni formas a López Obrador en lo que más que un reclamo o un intercambio de ideas se dibuja más bien como una provocación y una conducta manipulada. Y es que basta recordar que Andrés Manuel ya no pertenece al PRD, nunca fue presidente del PRD cuando este caso sucedió, ni ha sido Jefe de las fuerzas armadas, ni Secretario de la Defensa Nacional, ni Gobernador de Guerrero, ni es el Presidente de la República para afanosa y groseramente se le interrumpa con un reclamo y se provoque a la violencia cuando tal provocación se realiza en un marco rodeado de seguidores obradoristas y en donde al señor Antonio Tizapa no lo hemos visto reclamando con ese fervor a las autoridades que deberían estar dando resultados confiables de la investigación del caso.