Dos menores de edad, explotadas sexualmente, relacionaron al cantante Joan Sebastian con la explotación sexual de la que fueron víctimas, además, de señalar que a sus fiestas acudían capos mexicanos.De acuerdo con el columnista Héctor de Mauleón, “Amanda” una niña de 12 años que pasó de mensajera de Los Rojos a ser sexualmente explotada en un prostíbulo de Taxco, donde un grupo criminal ofrecía a niñas de entre 2 y 20 años de edad, aseguró el 19 de junio de 2014 ante la Unidad Especializada en Investigación de Tráfico de Menores, Personas y Órganos de la PGR y en presencia de un psicóloga y dos testigos de asistencia, que en una ocasión se encontraba con las “chicas” (niñas menores de 9 años) y en el lugar se encontraba Joan Sebastian.“Joan Sebastian les decía a las ‘chicas’ que ellas eran sus princesas y él las cuidaría como su papá”, afirma el documento, en el que Amanda, también aseguró que les regalaba zapatillas y les daba accesorios en oro. De ser ciertos tales señalamientos, no tendría caso juzgar a un muerto ni llenar de especulaciones la imagen de un difunto, lo trascendente hubiera sido juzgar en vida a un Joan Sebastian de quien siempre se sospechó su relación con el narcotráfico como ahora se relaciona a su hermano Federico Figueroa y haber llegado a las investigaciones y cumplimiento de la ley, la conducta del finado cantante quien le importaba poco la legalidad y cometía abusos como manipular al averiguación en donde su hijo José Figueroa estaba involucrado en el homicidio imprudencial de una conductora de radio al venir manejando un vehículo que se etrelló, o iluminar la oscuridad de las circunstancias en que fueron asesinados los hijos del cantante o su riqueza que lo hacía propietario de casi todo Juliantla y las irregularidades en torno a sus presentaciones musicales.