Ayer en el senado, el representante popular por el PT y exsecretario de Gobernación Manuel Barlett Díaz señaló en uso de la voz que el Ejército mexicano no debe ser intocable y debe ser señalado cuando su actuar no es correcto. El senador con anterioridad había señalado en una entrevista que el ejército mexicano responde a intereses extranjeros y dijo entonces: Es una “faramalla”, un “teatro mal hecho” la secuencia reciente de
la declaración del general secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos, la
reacción del presidente de la República, Enrique Peña Nieto, la del Secretario
de Gobernación, Miguel Angel Osorio Chong y la iniciativa urgente del Congreso
para apresurar la Ley de Seguridad Interior porque “mandan al ejército a
presionar a la opinión pública del país” y para “continuar con la
militarización que forma parte de un proyecto de integración con el Pentágono
de Estados Unidos”, advirtió el senador Manuel Bartlett.“Tiene
dos lecturas este absurdo apoyo de Peña Nieto al general Cienfuegos: por un
lado, la debilidad del propio presidente frente a un desafío del secretario de
la Defensa y, por otro, la entrega del Estado mexicano al ejército. Es la
militarización de facto que ahora quieren regularizar”, resumió Bartlett, en
extensa entrevista con Proceso.Bartlett
subrayó que esta militarización no es un proyecto propio de los generales
mexicanos o del propio presidente de la República sino que responde a los
intereses geopolíticos de Estados Unidos: “forma parte de la lógica de la
‘integración’ de México a la seguridad interior de Estados Unidos a través de
lo que llaman América del Norte y del Comando Norte”.“La
militarización no es un cuartelazo al viejo estilo. Es una entrega
paulatina de nuestra soberanía”, apostilló Bartlett.“Una vez
que se aprueba en México la reforma energética de Peña Nieto comenzó a haber
voces oficiales de Estados Unidos reclamando seguridad: si no hay seguridad,
nadie va a invertir. Y la seguridad es el ejército en las calles. ¿Por qué
olvidan los analistas algo esencial?: Felipe Calderón tomó la decisión de meter
al ejército en la guerra contra el narcotráfico por mandato norteamericano. Ahí
está la Iniciativa Mérida. Que no se nos olvide este punto porque entonces no
entendemos qué están haciendo los soldados en las calles”, abundó uno de los
críticos más constantes en el Senado de la reforma energética y de la
aprobación de leyes recientes para ajustar la Constitución y las leyes reglamentarias
a las necesidades de los militares.Entre
esas leyes recientes que este año se aprobaron bajo la presión de la Secretaría
de la Defensa y de la Secretaría de Marina están el Código de Justicia Militar,
la ley reglamentaria del artículo 29 constitucional y la reciente
militarización de los puertos mexicanos, como lo adelantó Proceso.Ex
secretario de Gobernación durante los seis años del sexenio de Miguel de la
Madrid, Bartlett argumentó con conocimiento de causa lo que significan las
palabras del general Cienfuegos y la consecuencia lógica de su alegato:“Si yo
hubiera sido secretario de Gobernación y el secretario de la Defensa hace estas
declaraciones, yo lo llamo y le pido al presidente de la República que lo
quite. Cienfuegos no puede hablar a nombre del ejército porque él no es el jefe
del ejército. El comandante supremo es el presidente de la República. Y cuando
el presidente avala esto, diciendo que lo van a apoyar y que fueron
‘descontextualizadas’ sus palabras, está avalando la destrucción de todo el
mando civil”.-¿Entonces
es una simulación?-Es una
faramalla mal hecha como todo lo que hacen. Peña Nieto manda al general para
presionar a la opinión pública del país. Como lo mandó antes a Televisa, cuando
dijo Cienfuegos que él no tenía por qué permitir al Grupo Interdisciplinario de
Expertos Internacionales (GIEI) a que interrogara a los soldados, como si él
fuera le presidente de la República.Bartlett
se refirió así a la entrevista que Cienfuegos realizó en octubre de este año
con el reportero Santos Mondragón, de Televisa, para afirmar que “el convenio
que hace el gobierno de la República con la Comisión Interamericana y con el
Grupo de Expertos es que vienen a complementar las investigaciones de nuestras
autoridades. En ningún momento dice que pueden interrogar, no es posible, las
leyes no lo permiten”.Ante esas
declaraciones, el 5 de octubre de este año, Bartlett propuso un punto de
acuerdo en el Senado para condenar las declaraciones del secretario de la
Defensa porque “se situó fuera de la Constitución, del gobierno y del Estado
mexicano”. “Las fuerzas armadas son parte del Estado mexicano y, por tanto,
están obligadas como parte de él, a atender y cumplir el acuerdo suscrito entre
el Estado mexicano y la CIDH”, argumentó.Ese es
uno de los antecedentes de este protagonismo declarativo del secretario de la
Defensa, rememoró Bartlett.“Hacen
sus teatros tan mal que el general queda pésimamente mal parado, los tres
Poderes de la Unión quedan mal y hasta la iniciativa privada queda mal porque
de inmediato salen a decir que tiene razón Cienfuegos.“Ahora,
esta semana, se movió el Congreso. Ahora resulta que el jefe del Senado es el
general Cienfuegos, que él dice cuándo se deben dictaminar las leyes. Se los
dije en la Junta de Coordinación Política. Esa es la militarización. Aquí en el
Senado. Y el líder de los diputados priistas (César Camacho) apurándose a decir
que ya terminaron la Ley de Seguridad Interior, que van a trabajar hasta en
Navidad”, indicó el coordinador de la bancada del PAN.-¿Entonces
no hay mucha lógica en esta faramalla porque las declaraciones del general
debieron generar una reacción muy dura en el gobierno?-No,
nada. Es una rebelión que va más allá de lo militar. Cienfuegos acaba con
todos: con el Poder Judicial, con Osorio Chong, con los gobernadores, con el
Senado. Si se toman en serio sus palabras, este señor debería ser destituido y
mandado a retiro porque habló y criticó a su jefe supremo, el presidente de la
República.“Y ahora,
Peña Nieto dice que el general tiene razón y que los medios
‘descontextualizaron’ sus palabras. Peña Nieto le está entregando el Estado al
ejército mexicano. Ya está ahora militarizado. Los jefes de las zonas militares
hacen lo que quieren con los gobernadores”.-¿Son los
nuevos virreyes?-No, es
un régimen militar. Son las tropas de ocupación militar que se despliegan por
todo el territorio, por encima de la Constitución.