Es entendible la reacción de los ciudadanos de celebrar que se hayan concretado sus propuestas, expuestas en las redes sociales, de que los Partidos Políticos donaran sus partidas presupuestales en favor de los damnificados de los terremotos, pero tal acción no es justificable y solamente es la demostración de la ignorancia total de los votantes que poco saben de la Composición Política del País, La teoría del Estado, La historia del pensamiento y la Ciencia política ante la falta de oportunidades educacionales y múltiples necesidades de sobrevivencia. Y por otro lado, es la demostración de la ambición política y de clientelismo por parte de los aspirantes a gobierno, que quieren consentir a las voces populares sin conocimiento de causa y que también forman parte de la composición del mal gobierno. Es cierto que desde hace tiempo tuvo que ser necesario plantear una reducción importante al presupuesto partidista e incluso legislar de manera estricta sobre el surgimiento de nuevos partidos, pero también es importante no perder de vista los partidos políticos son de suma importancia en la composición democrática de un sistema de buen gobierno, lo que en realidad ha sucedido es que en nuestra la política actual, no existen partidos políticos sino fracciones electoreras formadas para mantener un sistema de corrupción y una forma de gobierno en servicio de intéreses de particulares y extranjeros. El dejar sin financiamiento a un Partido significa el dominio de particulares, economías subterráneas, mayor desvío de recursos públicos de manera ilícita y el fortalecimiento al partido en el poder que tiene a disposición recursos públicos para poder usarlos en su beneficio. La teoría de que cualquier extremo es malo; no se toma en cuenta ante un exageración, y toda exageración regularmente es producto o de un acto emocional momentáneo o de la ignorancia.