Aunque la idea de reducir - pero no eliminar el presupuesto- de los Partidos Políticos en favor de los damnificados del terremoto del 7 y 19 de septiembre fue del Presidente de MORENA, Andrés Manuel López Obrador,; la idea fue retomada también por los otros partidos aunque los otros se basaron en una cadena disparada en las redes sociales en donde se exigía a los Partidos Políticos renunciar a su partida presupuestal a favor de los afectados por los sismos. Los Presidentes del PRD, PRI y Movimiento Ciudadano aceptaron no admitir al cien por ciento los ingresos públicos y ayer el PRI y Encuentro Social, filial del priísmo, dieron el paso procesal necesario para renunciar a dicha captación económica. La reducción de presupuesto a los Partidos Políticos era totalmente necesaria más no su eliminación total que ahora celebra el PRI en razón de que tal acción en vez de perjudicarlo lo beneficia al tener acceso directo al patrimonio de la federación al ser el Partido en el gobierno. la eliminación de la totalidad de recursos a los Partidos abre la puerta a que obtengan recursos privados producto de favores que tendrán que regresar, de ingresos ilícitos y productos del lavado de dinero o incluso hasta del crimen organizado de una manera consiente o no a ello. Es claro, que también harán festín las televisoras quienes califican de solidarios a los partidos que han renunciado a recursos públicos para presionar a quienes no lo han realizado y así obtener ganancias por sus espacios al aire, mismas que habían sido eliminadas al tener que otorgarles a los partidos, espacios de radio y televisión gratuitos. La demanda de esta acción financiera también es proveniente de los ciudadanos mal informados de la importancia y consecuencias contraproducentes de estas acciones y por ello, presas fáciles del populismo y en consecuencia la debilidad de un sistema electoral y democrático de por sí, ya fracturado y apunto de derrumbarse cual inmueble azotado por un terremoto.