Ahora resulta que un Partido tan asqueroso como el Partido Verde quien ha sido de los más constantes en violar la ley electoral y de hacer de la política partidista un negocio familiar; resulta un ejemplo en México por renunciar al 25 por ciento de las prerrogativas públicas de este año en beneficio de los afectados de los terremotos del 7 y 19 de septiembre. Y que la misma santidad tiene el Partido Encuentro Social y Nueva Alianza llamados popularmente como "Encuento Social" y "Nueva Tranza" por ser considerados partidos filiales y al servicio del PRI. La idea de donar recursos de los partidos a los damnificados de los terremotos fue de MORENA quien después rectificó al señalar que no iban entregar recursos que por derechos tienen a un gobierno corrupto por lo que renunciarían a parte de sus recursos pero para entregarlos de manera directa a las personas necesitadas. Posteriormente el PRI se abanderó de la idea e incluso propuso la eliminación de recursos públicos a favor de los Partidos Políticos e incluso renunció al 25 por ciento de éstos, logrando una confusión entre lo que devolvió y lo que propuso que fue el cien por ciento. El PRD, PAN y Movimiento Ciudadano que han confesado ir juntos para la presidencial también alimentaron la devolución monetaria pero hasta el momento no lo han llevado a la acción. Así los Partidos quieren quedar bien con sus electores en la mayoría ignorantes y que mediante las redes sociales de manera rabiosa, demandaban que los partidos renuncien al cien por ciento de su presupuesto sin saber que alientan un partidismo con mayores posibilidades de acciones fraudulentas en contra de nuestra democracia y en favor del pleno dominio político con una privatización en favor de las Empresas de Particulares, la Iglesia o el narcotráfico. Sin embargo al PRI, aparentemente, no le preocupa quedarse en ceros por una ley que elimine el presupuesto a los partidos políticos, seguramente porque dicho presupuesto le parece irrelevante al tener saneado sus recursos económicos por ingresos subterráneos que pueden venir en el mejor de los casos de Donantes que comprometen la política de Estado o de desviaciones de recursos públicos o ingresos sin procedencia determinada y temeraria.